Ley N° 30364: Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar

Descripción

Esta ley establece mecanismos integrales de protección para las víctimas, buscando garantizar una vida libre de violencia y promoviendo el ejercicio pleno de sus derechos mediante políticas de prevención, atención y sanción de los agresores.

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¿Cuál es el objetivo de la ley?

La Ley N° 30364 busca prevenir, erradicar y sancionar toda forma de violencia contra las mujeres, tanto en espacios públicos como privados, y proteger a integrantes del grupo familiar, especialmente a quienes están en situación de vulnerabilidad, por la edad o situación física.

Para lograrlo, esta ley establece mecanismos, medidas y políticas integrales que aseguren la prevención, atención y protección de las víctimas, y la reparación del daño causado. Además, dispone la persecución y sanción de los agresores, incluyendo su reeducación, para que todas las mujeres y grupos familiares puedan vivir libres de violencia y ejercer plenamente sus derechos.

¿A quiénes protege la ley?

De acuerdo con el artículo 7 de la Ley N° 30364, esta protege a:

  1. Mujeres en todas las etapas de su vida: niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores.
  2. Integrantes del grupo familiar:
  • Cónyuges, excónyuges, convivientes y exconvivientes.
  • Padrastros y madrastras.
  • Personas con hijas o hijos en común.
  • Padres, madres, hijos e hijas, y demás ascendientes (ej. abuelos/as y bisabuelos/as) o descendientes (ej. nietos/as y bisnietos/as) por consanguinidad, adopción o por afinidad.
  • Familiares colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad (hermanos/as, tíos/as, sobrinos/as y primos/as) o segundo de afinidad (suegros/as, cuñados/as, yerno y nuera).
  • Personas que vivan en el mismo hogar, siempre que no haya una relación laboral o contractual entre ellas, al momento de ocurrir la violencia.

Enfoques de aplicación

De acuerdo con el artículo 3 de la Ley N° 30364, los operadores deben considerar los siguientes enfoques al aplicarla:

  1. Enfoque de género: Reconoce las desigualdades en las relaciones entre hombres y mujeres, construidas sobre la base de las diferencias de género, que generan una de las principales causas de la violencia contra la mujer. Este enfoque guía el diseño de las estrategias de intervención orientadas al logro de la igualdad de oportunidades.
  2. Enfoque de integralidad: Reconoce que la violencia contra las mujeres surge de múltiples causas y factores presentes a nivel personal, familiar, comunitario y estructural. Por ello, se requieren intervenciones en todos los niveles en los que las personas se desenvuelven y desde diferentes disciplinas.
  3. Enfoque de interculturalidad: Reconoce la necesidad del diálogo entre las diversas culturas que integran la sociedad peruana, para recuperar todas las expresiones que se basan en el respeto a la otra persona. Este enfoque no acepta prácticas culturales discriminatorias que toleran la violencia u obstaculicen la igualdad de derechos entre personas de géneros diferentes.
  4. Enfoque de derechos humanos: Reconoce que el objetivo de toda intervención en el marco de la Ley N° 30364 debe centrarse en la realización de los derechos humanos, identificando a quienes poseen derechos y sus necesidades, así como a quienes tienen obligaciones y sus responsabilidades. Busca fortalecer la capacidad de las personas para reivindicar sus derechos y de los responsables para cumplir sus deberes.
  5. Enfoque de interseccionalidad: Reconoce que la violencia que viven las mujeres se ve influida por factores como su etnia, color, religión, opinión política o de otro tipo, origen nacional o social, patrimonio, estado civil, orientación sexual, condición de seropositiva, condición de inmigrante o refugiada, edad o discapacidad. Este enfoque permite diseñar medidas específicas para determinados grupos de mujeres.
  6. Enfoque generacional: Este enfoque reconoce la importancia de identificar las relaciones de poder entre las diferentes edades para mejorar las condiciones de vida o el desarrollo común. Valora la conexión entre niñez, juventud, adultez y vejez, y busca fortalecer los vínculos entre estas, resaltando que todas contribuyen a una historia en común. Este enfoque busca crear corresponsabilidades entre generaciones y promover aportes a largo plazo considerado las mismas.