MITOS Y LEYENDAS

Leyenda El pantano de mal

En tiempos remotos, casi casi por todos olvidadas y según la traición oral de antiguos de san Ignacio , cuentan de la existencia de una Ciénega, localizada con el lugar donde actualmente se conoce como “mercadillo”. En esta parte de nuestro terreno distrital ocurrieron  mucho desvanes  afectando y preocupando cada vez más a los pobladores de estos tiempos, persona y animal (sea caballo, vacas, burros de carga) que cruzaba el lugar; era inmediatamente atraído por una fuerza interna inexplicable, como si dentro de este lugar; existiese un inmenso imán, “el pantano del mal”, nombre que le asignaron, por toda las pérdidas de vidas humanas y ganado de ese pueblo, marco todo el sufrimiento de muchas familias  que sintieron el dolor  de perder a un ser querido; dejando sellado por el mal, sufrimiento, lagrimas, gritos y suplicas  de las víctimas de esa atracción  maldita, como se referían a ellos algunos testigos. Queriendo encontrar una manera urgente de dar termino a esta acción maligna, la mayoría de la gente decidió cubrir todo el lugar con mucha tierra negra, la misma que según ellos ayudaría a limpiar de tanta maldad. Todos  los pobladores participaron en la búsqueda de esta tierra especial, y una vez  obtenida, acudieron al  tapado inmediato de todo el pantano, donde pasaron varios días y noches de arduo trabajo, logrando cubrir por completo el lugar  para sentir al fin, alivio y tranquilidad.

Al pasar el tiempo, de generación en generación, el lugar fue haciéndose, cada vez más consistente  y seguro, que permitía por lo menos  cruzar su extensión; pero después de todo creen  y cuentan nuestros antiguos pobladores que el Pantano del Mal sigue presente  en esta zona del mercadillo y que en un futuro no muy lejano puede volver a resurgir y recobrar nuevas víctimas.