Especialista del Minsa señala que filmación de un caso de bullying es un acto violento pues expone a los niños y les genera un estigma

Nota de prensa
Psiquiatra Carlos Bromley lamenta que cada vez el acoso escolar esté cargado de crueldad
Especialista del Minsa señala que filmación de un caso de bullying es un acto violento pues expone a los niños y les genera un estigma

Fotos: Minsa

10 de junio de 2022 - 9:37 a. m.

Los últimos casos de bullying o acoso escolar ocurridos en el país, ha generado la preocupación de la sociedad en general, considerando que además de ser cada vez más frecuentes, vienen cargados de mucha violencia.

El médico psiquiatra Carlos Bromley Coloma, especialista de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), comenta que el bullying está cada vez más visibilizado y probablemente, al igual que todos los problemas de salud mental postpandemia, se está incrementando, por lo tanto, es momento de actuar.  

Bromley Coloma reflexiona y señala que la agresividad en los colegios ya existía en el pasado en forma de disputas entre escolares y estaba normalizada, pero ahora esto debe cambiar ya que esta forma de violencia al ocasionar daños en la salud mental de los escolares resulta un problema de salud pública. 

Preocupante
El especialista indica que en estos casos de bullying existen tres componentes: el agresor o grupo de agresores, el agredido o grupo de agredidos y el espectador o grupo de espectadores quienes antes miraban la agresión, estaban atentos a lo que sucedía, pero ahora hay niñas y niños que graban para luego exponer ese material en las redes sociales.

“Esto es lo más terrible, porque se viraliza y corre el riesgo que se extienda a otros colegios o escenarios. El miedo que sienten los niños víctimas de bullying es intenso, quedan marcados por mucho tiempo, necesitan terapia personal y familiar para superar este difícil momento”, detalla el médico psiquiatra. 

Carlos Bromley señala que en los últimos meses han ocurrido casos de bullying bastante crueles, que es otra característica actual de este acoso escolar, pues ahora es un grupo que ataca a una sola persona de manera cruel. En ese sentido, lamenta además que se genere esta cultura de filmar o grabar este hecho.

“La filmación en sí es un acto violento porque expone a las niñas y niños participantes a que sean conocidos y genera un estigma sobre ellos. Además, las víctimas sienten mucha vergüenza, miedo y temor de relacionarse con los demás. Se vuelven inseguros, tímidos y no quieren salir de sus casas porque tienen temor a que se les identifique como parte del grupo vulnerable de la sociedad”, refiere. 

¿Por qué filmo y no ayudo?
Una de las preguntas que resaltan en los casos de bullying es ¿por qué se prefiere filmar y no ayudar a la víctima? Ante ello, Carlos Bromley comenta que existe una serie de explicaciones, una de ellas es que, dentro de nosotros mismos, por formación familiar como social, hay un impulso tanático, de muerte, de agresión, de violencia, de destrucción que hace que, en lugar de defender al niño agredido, se le filme y se aplauda y felicite a los agresores como si fuera una gran hazaña. 

Asimismo, el especialista de salud mental explica que la violencia está normalizada en el país y en gran parte del mundo, se le ve como algo que ocurre de manera cotidiana y sobre lo cual no hay mucho que hacer, lo cual lleva a considerar estos actos como un tema de juego, cuando es un hecho terrible y lamentable. 

“La expresión más categórica de esta situación son los videojuegos, cada vez más agresivos y violentos, los niños tienen juegos en donde se les otorga más puntaje a quien agrede más, hay juegos de guerra en donde ganas más puntos por matar más personas, entonces esto contamina el escenario escolar y banaliza la violencia a la que se le considera como un juego que realizan en sus celulares o computadoras”, asevera Bromley Coloma. 

Por ello, el médico psiquiatra resalta la importancia de que los padres supervisen los programas y videojuegos que consumen sus hijos y que se han incrementado en estos dos últimos años por las clases virtuales.

“Hay una serie de estudios que demuestran que lo que vemos y escuchamos tiene un impacto significativo en nosotros, por tanto, los padres deben estar atentos y presentes en la vida de sus hijos, de esta manera podemos parar la violencia”, asegura.