Lactancia materna: clave para la salud bucal del recién nacido

La lactancia materna es fundamental para el desarrollo integral del recién nacido, incluyendo su salud bucodental. Según la Dirección de Salud Bucal (Dsabu) del Ministerio de Salud (Minsa), este acto natural no solo fortalece el vínculo madre-hijo, sino que también contribuye al adecuado desarrollo de las estructuras orofaciales, previene problemas de maloclusión y estimula el crecimiento de la mandíbula.

La leche materna contiene calcio, fósforo y otros minerales esenciales que favorecen la mineralización del esmalte dental, reduciendo el riesgo de caries dental. La evidencia señala que bebés que son amamantados durante el primer año de vida tienen niveles más bajos de caries dental en relación a los que recibieron fórmulas infantiles.

Asimismo, el movimiento de succión durante la lactancia promueve el correcto desarrollo muscular y óseo de la cavidad oral, disminuyendo la probabilidad de alteraciones en la alineación dental futura.

Otro beneficio relevante es el estímulo de la producción salival, que ayuda a mantener un equilibrio bacteriano en la boca, protegiendo contra patógenos. La saliva actúa como un agente protector natural, neutralizando ácidos y remineralizando las superficies dentales.

El Minsa reitera que, para garantizar una buena salud bucal desde los primeros meses de vida, es crucial evitar el consumo de bebidas azucaradas en biberones, así como no endulzar chupones con azúcar o miel, prácticas que incrementan el riesgo de caries dental en la primera infancia.

Finalmente, se recuerda a las madres, padres y cuidadores que, a la aparición del primer diente, entre los 6 a 8 meses, es fundamental implementar una adecuada higiene bucal utilizando cepillo y verificar en los ingredientes de la pasta dental que contenga más de 1000 partes por millón (ppm) de flúor, similar a un granito de arroz.