Alas que siembran, pava aliblanca

Conoce más de las acciones que realiza el MINAM en la recuperación de la Pava Aliblanca

proyecto de conservacion PA
Sobre la Pava Aliblanca 

La pava aliblanca (Penelope albipennis) es una de las especies más emblemáticas del bosque seco del Perú y, además, es única en el mundo: solo vive en nuestro país. Actualmente está catalogada como “En Peligro Crítico”, principalmente por la caza ilegal y la pérdida de su hábitat. 

Su distribución es bastante limitada: habita en una estrecha franja de bosque seco que se extiende a lo largo de las regiones de Lambayeque, Piura y Cajamarca, entre los 500 y 1100 metros de altitud. 

La historia de esta especie es sorprendente. Fue descrita por primera vez en 1876 en el delta del río Tumbes, pero luego de casi un siglo sin registros, se pensó que había desaparecido para siempre. Sin embargo, en 1977 fue redescubierta en la quebrada San Isidro (Olmos, Lambayeque), lo que significó un verdadero hito para la conservación de la biodiversidad en el Perú. 

¿Qué acciones desarrolla el MINAM para la conservación de la pava aliblanca? 

El Ministerio del Ambiente viene impulsando la conservación de la pava aliblanca promoviendo la protección de su hábitat natural y fortaleciendo el trabajo con las comunidades locales en las regiones de Cajamarca, Lambayeque y Piura, a través de un proyecto de inversión pública. Asimismo, ha propuesto la iniciativa de la ruta turistica de valor ambiental y cultural de la Pava Aliblanca.

Sobre el proyecto para la recuperación de la pava aliblanca 

El Proyecto de Inversión Pública “Recuperación de las poblaciones de la especie pava aliblanca (Penelope albipennis) en la provincia de Chota del departamento de Cajamarca; las provincias de Ferreñafe, Lambayeque y Chiclayo del departamento de Lambayeque; y las provincias de Morropón y Huancabamba del departamento de Piura” (CUI N.º 2354216) busca asegurar el futuro de esta ave emblemática del norte del Perú y tiene como objetivo principal recuperar sus poblaciones y proteger su hábitat natural. 

Para lograrlo, el proyecto trabaja en tres componentes: 

  • Promoción para la conservación de la pava aliblanca.
  • Impulso de actividades sostenibles que favorezcan su protección.
  • Fortalecimiento de la gestión y manejo de la especie y su entorno.

Gracias a su implementación, se han obtenido importantes avances científicos y sociales:
 
  • Por primera vez se cuenta con un estudio poblacional (2023–2024) que estima alrededor de 858 individuos en vida silvestre, un aumento significativo frente a los 553 registrados en 2017.

  • Se confirmó que la distribución de la especie creció en 46,922 hectáreas, alcanzando un total de 185,921.9 ha en los tres departamentos:

    • Cajamarca: 29,438.80 ha (15.8%)
    • Lambayeque: 73,570.01 ha (39.6%)
    • Piura: 82,913.09 ha (44.6%)

  • Se recopilaron datos actualizados sobre su comportamiento, dieta, actividad social y reproducción.

  • Su dieta ahora se conoce mejor, con un total de 98 especies de plantas registradas, 15 más que en estudios previos.

  • A nivel social, una campaña de educación ambiental llegó a cerca de 3,000 niños en edad escolar, promoviendo desde la niñez el orgullo y la responsabilidad por conservar esta especie única.

Estos resultados fueron compartidos en el Encuentro por la Conservación – Ruta Alas que Siembran, Pava Aliblanca, realizado el 4 de setiembre en Chiclayo. Este material ofrece valiosos aportes para la sociedad civil, comunidades locales, autoridades y la comunidad científica. Puedes descargarlos aqui.

Sobre la ruta turistica Alas que Siembran, Pava Aliblanca 

La Ruta Alas que Siembran, Pava Aliblanca es una iniciativa del Ministerio del Ambiente que une conservación, cultura y turismo sostenible y busca visibilizar  los principales sitios vinculados a la historia, conservación e identidad de esta especie única en el mundo. 

Este recorrido conecta las 3 regiones clave (Lambayeque, Piura y Cajamarca),  
integrando áreas de conservación regionales, privadas y nacionales que en conjunto abarcan cerca de 39 mil hectáreas de bosque seco y paisajes asociados, de esta forma se impulsa el orgullo regional, fomentar el ecoturismo responsable y se abren nuevas oportunidades de desarrollo sostenible para las comunidades locales.

Además, en el marco del Proyecto de Inversión, se logró ampliar en 47 mil hectáreas el rango de distribución conocido de la especie, un hallazgo clave para su recuperación y la salud de su ecosistema. 

A lo largo de la ruta se pueden encontrar: 

  • Zonas de avistamiento y monitoreo en bosques secos.
  • Zoocriaderos y centros de rescate, con programas de reproducción y educación ambiental.
  • Comunidades rurales e instituciones aliadas, que promueven prácticas sostenibles.
  • Espacios culturales e históricos, como la quebrada San Isidro en Olmos, donde la especie fue redescubierta en 1977.

La ruta busca promover el ecoturismo responsable, el orgullo local por la especie y el fortalecimiento de alianzas entre actores públicos, privados y comunitarios. Asimismo, actúa como una herramienta pedagógica y de sensibilización para acercar a la ciudadanía al conocimiento y protección de esta ave emblemática del bosque seco peruano. 
 

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