Dirección de Ámbito de la Prestación

Gestión del riesgo de desastres

¿Qué es la gestión de riesgos?

En el marco nacional, la Contraloría General de la República establece que la gestión de riesgos comprende la identificación y valoración de los factores o eventos que pudieran afectar negativamente el cumplimiento de los objetivos institucionales, relacionados a la provisión de los productos que se brinda a la población (bienes o servicios públicos), así como determinar las medidas de control que reduzcan la probabilidad que se materialicen dichos factores o eventos.

¿Qué es la gestión del riesgo de desastres?

La Ley n. ° 29664, que crea el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres, define la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD) como un proceso social cuyo fin último es la prevención, la reducción y el control permanente de los factores de riesgo de desastre en la sociedad, así como la adecuada preparación y respuesta ante situaciones de desastre, considerando las políticas nacionales, con especial énfasis en aquellas relativas a materia económica, ambiental, de seguridad, defensa nacional y territorial, de manera sostenible.

¿Cómo se entiende la gestión del riesgo en la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento?

Para el prestador de los servicios de agua potable y saneamiento, la gestión de riesgos es el proceso por el cual se identifican y evalúan aquellos factores o situaciones, es decir los riesgos, que podrían afectar la prestación de los servicios, con la finalidad de adoptar, en forma oportuna, las medidas para prevenirlos y reducirlos; así como, prepararse para responder y reestablecerlos en caso de producirse.

¿Por qué es importante que los prestadores de servicios de agua potable y saneamiento gestionen sus riesgos?

Conocer los riesgos para los servicios permitirá al prestador planificar las acciones necesarias para evitar situaciones que puedan afectarlos, reducir la probabilidad de que estos ocurran o estar listos para cuando se presenten; con lo que el prestador aumentará la probabilidad de brindar un servicio de calidad, hará uso eficiente de sus recursos y reducirá la probabilidad de afectar la salud y bienestar de la población.

¿Cuál es el marco legal en gestión de riesgos para los prestadores de servicios de saneamiento?

  • Reglamento de Calidad de la Prestación de los Servicios de Saneamiento aprobado con Resolución de Consejo Directivo n. ° 011-2007-SUNASS-CD y modificatorias.
  • Reglamento General de Tarifas de los Servicios de Saneamiento brindados por Empresas Prestadoras aprobado con Resolución de Consejo Directivo n. º 028-2021-SUNASS-CD y modificatorias.
  • Ley n. ° 29664, Ley que crea el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, su reglamento, aprobado con D. S. n. º 048-2011-PCM, y modificatorias.
  • Política Nacional de Gestión del Riego de Desastres al 2050 aprobada con D. S. n. º 038-2021-PCM.
  • Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (PLANGERD) 2022-2030 aprobado con D. S. n. ° 115-2022-PCM
  • Política Nacional de Saneamiento aprobada con D. S. n. º 007-2017-VIVIENDA.
  • Plan Nacional de Saneamiento 2022-2026 aprobado con Resolución Ministerial n.º 399-2021-VIVIENDA
  • Decreto Legislativo n.° 1280 – Decreto Legislativo que aprueba la Ley del Servicio Universal de Agua Potable y Saneamiento, su Reglamento aprobado con D. S. n. º 019-2017-VIVIENDA y modificatorias.
  • Modelo de código de Buen Gobierno Corporativo para las empresas prestadoras de servicios de saneamiento públicas de accionariado municipal, aprobado con Resolución Ministerial n.º 431-2017-VIVIENDA.
  • Ley n. ° 30754, Ley de Cambio Climático y su Reglamento aprobado con Decreto Supremo n. º 013-2019-MINAM.

¿Cómo incorporan las empresas prestadoras la gestión de riesgos?

Las empresas prestadoras deben considerar la gestión de riesgos como un proceso de mejora continua que contribuye a la confiabilidad de los servicios de agua potable y saneamiento, mediante la prevención y reducción del riesgo; y su preparación para la respuesta y la recuperación.

A continuación, se enumeran las disposiciones a través de las cuales el prestador incorpora los procesos de gestión de riesgos:

1. El Código del Buen Gobierno Corporativo de las empresas prestadoras de accionariado municipal (Estándar 39 del Pilar III-Gestión) establece la implementación de un sistema de control interno y una política de gestión integral de riesgos.

Los riesgos por considerar son todos los relevantes en los distintos ámbitos, como el económico, financiero, legal, social o ambiental; incluidas las consideraciones propias de la naturaleza de las actividades, como son aspectos relacionados a administración de desastres, impactos del cambio climático u otros similares.

El directorio es responsable de aprobar la política, mientras que es responsabilidad del gerente general velar porque se implemente un sistema que permita identificar, medir, administrar y realizar el seguimiento de los riesgos.

2. En la planificación de largo plazo, al elaborar el Plan Maestro Optimizado (PMO), las empresas prestadoras, deben desarrollar el diagnóstico de riesgos conforme al Reglamento de Tarifas, en el cual la empresa identifica, analiza y evalúa sus riesgos; e identifica, describe y prioriza las medidas de control de riesgos. De igual forma, en el mediano plazo, los Estudios Tarifarios de las empresas prestadoras incorporan las acciones para la gestión de riesgos priorizadas a partir de lo propuesto en el PMO y consideran el financiamiento para su implementación.

3. Para garantizar la calidad de la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento, las empresas prestadoras deben cumplir con la normativa sobre Gestión del Riesgo de Desastres emitida en el marco del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (SINAGERD) y por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. A su vez, ejecutar anualmente programas de mantenimiento preventivo para reducir los riesgos de contaminación de agua potable, de interrupciones o restricciones de los servicios.

4. La empresa prestadora también debe tener su Plan de Control de Calidad del Agua (PCC), que es el instrumento técnico a través del cual se establece un conjunto de medidas necesarias para aplicar, asegurar y hacer cumplir la norma sanitaria para proveer agua inocua, con el fin de proteger la salud de los consumidores. El primer principio del plan es la identificación de peligros, estimación de riesgos y establecimiento de las medidas para controlarlos.

¿Cuáles son las causas de los riesgos para los servicios de agua potable y saneamiento?

Las causas de los riesgos pueden ser de origen natural o antrópico, pueden deberse a las condiciones en las que se desarrollan los procesos de la empresa prestadora o a una deficiente operación de los sistemas.

A continuación, se presentan algunas causas de riesgos comunes en la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento: ver aquí.

¿Qué es el cambio climático?

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en su artículo 1°, define el cambio climático como “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”. La CMNUCC diferencia, pues, entre el cambio climático atribuible a las actividades humanas que alteran la composición atmosférica y la variabilidad climática atribuible a causas naturales.

El cambio climático tiene un impacto sobre casi todos los aspectos de nuestras vidas. Nuestros ecosistemas sufren la pérdida de la biodiversidad y del hábitat, y los sistemas humanos, como la salud, se verán afectados negativamente, por ejemplo, mediante la propagación de vectores de enfermedades, como los mosquitos. El cambio climático también nos obliga a reconsiderar nuestros sistemas urbanos (entre otros, el transporte y las edificaciones) y el modo en que desarrollamos nuestra actividad económica (incluidas las oportunidades de negocios verdes). Los efectos sobre el cambio climático también pueden provocar conflictos u obligar a las personas a migrar.

¿El cambio climático también afecta a los servicios de agua potable y saneamiento?

El cambio climático podría provocar un aumento de periodos secos y de alta temperatura, así como, periodos con alta intensidad y magnitud de lluvias. Estos eventos a la vez pueden tener efectos sobre la cantidad, calidad y disponibilidad del agua.

Existen ya antecedentes de impactos de fenómenos de origen natural sobre la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento. Se pueden observar interrupciones de los servicios por inundaciones y restricciones por sequías. El incremento de la turbidez por lluvias intensas limita la producción del agua potable, lo mismo que el incremento en la concentración de organismos de vida libre o metales por déficit hídrico.

Es así como el cambio climático aumenta los niveles de riesgo y la exposición a amenazas hidrometeorológicas, para los servicios de agua potable y saneamiento.

¿Qué son los Planes de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático (PMACC)?

Los PMACC se basan en un diagnóstico de las amenazas y de la vulnerabilidad de los servicios de saneamiento ante el cambio climático (CC), así como en una evaluación de las emisiones de GEI. El plan establece las medidas necesarias para la adaptación y la mitigación de los efectos del CC.

Las empresas prestadoras (EP) deben identificar las amenazas relacionadas al CC relevantes en su área de prestación y evaluar la vulnerabilidad de sus sistemas de saneamiento, así como las emisiones de GEI relacionadas a la prestación de los servicios, con el objetivo de definir e implementar medidas para aumentar la resiliencia de sus sistemas (adaptación) y reducir las emisiones de GEI (mitigación).

Medidas de adaptación: abarcan las actividades de las EP que reducen la vulnerabilidad frente a los riesgos relacionados con el cambio climático, disminuyendo la fragilidad y exposición de la infraestructura frente a un riesgo o aumentando la resiliencia.

Medidas de mitigación: incluyen aquellas actividades que contribuyen a reducir las emisiones de GEI que se generan en las EP.