¿Cómo dar primeros auxilios en caso de emergencia por desastres naturales?

Atender hemorragias o sangrado en casos de emergencia

Es la salida o derrame de sangre fuera del organismo como consecuencia de la rotura accidental o espontánea de venas o arterias.

Según el vaso sanguíneo lesionado se clasifican en:

  • Arterial: color rojo vivo, sale a gran presión.
  • Venosa: color rojo violáceo, sale lenta y continuamente a menor presión.
  • Capilares: color rojo, sale desde pequeños puntitos continuamente.

Cuidados para atender hemorragias

Hemorragia externa: la sangre sale al exterior a través de una herida. Para atenderla debes:

  • Aplicar presión directa: aplica sobre la herida una gasa o tela limpia, protegiéndote con guantes. También puedes sustituir la presión con un vendaje. Cuando la herida pare de sangrar o si es demasiado grande, aplica una compresa de hielo con presión directa por 10 minutos.
  • Elevar la parte lesionada: al hacerlo disminuyes la presión de la sangre en el lugar de la herida. Si la herida está situada en el brazo o la pierna hay que levantarlo y presionarlo.
  • No retirar nunca la primera gasa.
  • Llamar a los servicios de emergencia para recibir atención médica.

Hemorragia nasal:

  • Presionar con los dedos pulgar e índice ambas fosas nasales, mantener la cabeza recta, con ligera inclinación hacia adelante.
  • Si después de unos minutos de presión, la hemorragia no cede, introducir a la fosa nasal sangrante una pequeña gasa humedecida con agua limpia y acudir a un establecimiento de salud.

Hemorragia interna: se produce en el interior del organismo, sin salida al exterior. Su peligro es que puede pasar desapercibida.

  • Capilares: por causa de golpes leves, suelen formar hematomas o rupturas de los pequeños vasos que hay debajo de la piel. En caso de hematoma, hay que poner una bolsa de hielo sobre la piel; el frío contrae los vasos sanguíneos y hace que el hematoma sea menor.
  • Venosas o arteriales: se pueden provocar por fuertes golpes abdominales, caídas de altura y accidentes de tránsito. Se caracterizan por disminución de la temperatura, abdomen muy sensible o rígido, piel fría y sudorosa, palidez, alteración progresiva de la conciencia. En este caso, debes:
    • Trasladar a la persona a un centro médico tan pronto sea posible.
    • Abrigarlo (para que no pierda calor).
    • Colocarlo con los pies elevados.
    • Voltear la cabeza del herido hacia un lado, si no sospechas de una lesión de cuello.
    • Controlar la respiración y mantener dialogo con el paciente (para verificar su nivel y evolución del estado de conciencia).