Labor de promoción y protección de SUSALUD

El Superintendente adjunto, Dr. Milcíades Reátegui Sánchez señala que uno de los retos de su institución es contar, por lo menos, con un delegado de la Superintendencia en cada hospital del Perú.

Cuando una persona acude a un establecimiento de salud en búsqueda de curar sus males, cinco son los derechos fundamentales que la amparan para que reciba una atención de calidad, cuya fiscalización respecto a su cumplimiento está a cargo de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud).

Así, todo paciente tendrá derecho al acceso a los servicios de salud; al acceso a la información; a la atención y recuperación en salud; al consentimiento informado y a la protección a los derechos en salud, precisa el superintendente Adjunto de Promoción y Protección de Derechos en Salud de la entidad, Milciades Reátegui Sánchez.

El médico afirma que la Superintendencia Nacional de Salud se encarga de proteger esos cinco grupos de derechos. “El primero está vinculado con el acceso a los servicios de salud”, anota.

“Ese derecho tiene que ver con que la gente pueda llegar al servicio y ese es un gran problema, pues se presentan diversas variables. La primera es el tema económico, es decir, el enfermo no acude porque no cuenta con dinero. Entonces nos aseguramos de que todos los peruanos tengan un seguro de salud y alguien que lo pague”, subraya.

Este acceso, detalla, lo financia “el Seguro Integral de Salud (SIS) y nos encargamos de que el seguro, de manera práctica y concreta, haga que los ciudadanos tengan alguien que le pague su atención, su medicamento, su operación lo que sea”.

Reátegui menciona también el acceso administrativo, que se presenta cuando el incumplimiento de las horas de atención, de los turnos, de los cambios de guardia, entre otros, se convierten en un problema de gestión y afectan el servicio de calidad que se debe brindar al ciudadano.

“El otro tiene que ver con el acceso geográfico, que es un asunto serio en el Perú, toda vez que existe una gran dispersión poblacional. Lo ideal sería que en el Perú contáramos con una posta en cada pueblo, pero no es así”, lamenta.

Además, señala, figura el acceso cultural, que se relaciona con el hecho de que el ciudadano pueda entender en su idioma cuando acuda a un centro de salud y que se tenga presente también sus costumbres, como la forma apropiada de que reciba la atención.

“Entonces, el principal trabajo de la Superintendencia Nacional de Salud es garantizar que la población acceda a los servicios que se brindan en los establecimientos de salud”, asevera el superintendente adjunto.

Reátegui sostiene que el segundo grupo de derechos se vincula con el acceso a la información. “Usted y yo tenemos el derecho de ser informados de manera clara, comprensible, sencilla acerca de nuestras enfermedades. La idea es que los ciudadanos puedan comprender la condición de salud o el mal de manera apropiada, entendible”, indica.

“El problema que tenemos muchos médicos es que no siempre somos los suficientemente claros para que nos entiendan los pacientes. El deber nuestro [Susalud] es hacer que ellos no solo puedan conocer la información de su salud, sino acceder a su estado, que solicite por un escrito al establecimiento una copia de su historia clínica, un resumen de epicrisis”, detalla.

El galeno refiere que el tercer derecho tiene que ver con la atención propiamente dicha y la recuperación del paciente. “Por ejemplo, que el día que vaya o cuando esté su cita programada que el médico esté ahí. Tuvimos problemas en algunos hospitales. Es un asunto que estamos procurando velar a fin de que los prestadores puedan garantizar que cuando los ciudadanos acudan reciban la atención”, precisa.

El consentimiento informado, como cuarto derecho, quiere decir que nadie puede tocar al paciente si no lo autoriza. “Nadie te puede hacer un examen, sacar tu ropa, nadie te puede tocar. No. Siempre deben pedir la autorización”, afirma.

“Es más, para una cirugía, la atención del parto o la realización de un procedimiento el médico deberá contar con la autorización correspondiente. No es que diga ‘yo soy el médico, señores, ya póngase aquí, yo mando’, no”, recalca.

El quinto grupo, explica, se relaciona con la protección de los derechos de salud. “Nadie puede usar la información de la condición de salud, pues pertenece al ciudadano y es deber de la superintendencia protegerla, salvo, obviamente, excepciones como los adultos mayores con sus parientes cercanos o menores de edad, con sus padres demostrados”, aclara.

Reátegui manifiesta que en esta labor de velar por que se cumplan los derechos de los pacientes, Susalud busca llegar a todos los establecimientos de salud. “Parte de nuestro reto es contar, por lo menos, con un delegado en cada hospital del Perú. Este delegado es fundamental porque se constituye en el agente presencial de la entidad, pagado por la superintendencia, para que ahí mismo, in situ, arregle los asuntos”, asevera.

Por ejemplo, señala, si un paciente llega tarde a una cita y no lo quieren atender, podrá acudir a ese delegado que se encargará de gestionar esa atención ante el médico correspondiente, con los argumentos del caso.

“Entonces, bajo la interposición de algún buen oficio o una intermediación, hacemos que el ciudadano pueda acceder al servicio. Ese es parte del reto que tenemos, no solo mejorar nuestra presencia en los establecimientos de salud del segundo y tercer nivel, sino en todos”, enfatiza.

El superintendente adjunto recuerda que existen cerca de 250 hospitales en el Perú, pero Susalud solo está presente en 58. “Nos gustaría tenerlos en todos los nosocomios de Lima, Chiclayo y otras ciudades para que puedan interponer sus buenos oficios y ayudar a los ciudadanos a gozar de sus derechos”, expresa.

Sin embargo, menciona, si los ciudadanos se encuentran en un establecimiento de salud que no cuenta con un delegado, existen diversos canales de atención (ver cuadro) por los cuales la superintendencia puede recibir las consultas o denuncias de los usuarios de los servicios de salud.

“El otro reto es que podamos alcanzar una mayor presencia de las juntas de usuarios, que constituye una estrategia que busca acercar al ciudadano de manera organizada para ayudar al director del establecimiento a proteger los derechos de los pacientes. Buscamos su presencia, por lo menos, en cada provincia, en cada región, pues solo existen 18”, puntualiza el funcionario.

Susalud precisa que las 76 acciones de promoción de derechos y deberes en salud se ejecutaron en el ámbito de 13 regiones del país (Áncash, Apurímac, Callao, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lima, Loreto. Madre de Dios, Moquegua, Puno y Ucayali).

Estas actividades, indica, se efectúan en alianzas con gobiernos locales que cuentan con población originaria, el Programa Nacional de Asistencia Solidaria-Pensión 65, colegios profesionales, unidades de gestión educativa locales (UGEL), universidades, la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), entre otros.

A la par, se ejecutaron 36 acciones entre asistencias técnicas para el desarrollo de las sesiones ordinarias de las juntas de usuarios de los servicios de salud (JUS), a fin de orientarlos en la elaboración y aprobación de los planes de trabajo 2024, detalla.

Además, señala que se efectuaron sesiones informativas orientadas al fortalecimiento de las competencias de los representantes de las juntas de usuarios para el mejor despliegue de las acciones de programadas en su instrumento de gestión, en articulación con aliados estratégicos como el Seguro Integral de Salud (SIS), Seguro Social de Salud (EsSalud), entre otros.

Mediante las JUS, se promueven estrategias de comunicación con enfoque intercultural (quechua, aimara, shipibo-konibo), para difundir e informar a los ciudadanos sobre sus derechos y deberes en salud, agrega.

Así también, resalta, se impulsan acciones de sensibilización al personal de salud para que brinde servicios de salud con calidad y buen trato al usuario, a fin de generar una cultura de protección y ejercicio de los derechos en salud.

24 horas al día permanecen disponibles los diversos canales de atención de Susalud.