Teléfonos con nombre y apellido
Nota de prensa
3 de marzo de 2012 - 12:00 a. m.
La historia de Rosendo Arias Vargas, de 34 años, parece extraída de un libro de Agatha Christie. Sin imaginarlo, y solo por el reporte equivocado de una empresa de telefonía móvil -que fue entregado a la Justicia, a pedido de la policía, terminó involucrado en un crimen vinculado con el cártel de Tijuana, una peligrosa red internacional dedicada al tráfico de drogas. Arias léalo bien estuvo dos años entre las rejas del penal Castro Castro, solo por un error que ahora nadie quiere asumir y menos ofrecerle disculpas. El 16 de octubre de 2009 la policía ingresó a su tienda, ubicada en el Centro de Lima, para apresarlo. Arias no entendía qué ocurría. Solo le dijeron que era investigado por la muerte de un sujeto, identificado como Sebastián Díaz Cuadros, a quien habían torturado y ahogado en las aguas del río Lurín.