Instituto Nacional de Rehabilitación brindó cerca de 600 atenciones a pacientes con enfermedad de Parkinson

En el Día Mundial del Parkinson, que se conmemora cada 11 de abril, el Ministerio de Salud (Minsa) recuerda que esta enfermedad es una afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud. Este mal empeora con el tiempo; aunque no hay cura, los tratamientos y los medicamentos pueden reducir los síntomas.

 

En ese sentido, el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) Dra. Adriana Rebaza Flores Amistad Perú-Japón, adscrito al Ministerio de Salud (Minsa), brindó cerca de 582 atenciones en consulta médica y terapias a pacientes con enfermedad de Parkinson. La cifra corresponde al periodo de enero a marzo de 2024.

 

Las atenciones estuvieron a cargo del Departamento de Investigación, Docencia y Rehabilitación Integral en Lesiones Centrales del INR. En el proceso de rehabilitación intervino un equipo multidisciplinario conformado por el médico rehabilitador, tecnólogos médicos en terapia física, ocupacional y de lenguaje, psicólogo y trabajadora social. El objetivo es mantener una vida activa y con el mayor grado de autocontrol de las funciones motoras, cognitivas y conductuales. 

 

De acuerdo con las estadísticas del INR, el 53.99 % de los pacientes atendidos tuvieron cobertura a través del Seguro Integral de Salud (SIS), mientras que el 46.01 % de forma particular. Asimismo, el 53.33 % de los pacientes atendidos fueron del sexo femenino y el 46.67 % masculino.

 

Es importante saber que el Parkinson también puede provocar cambios emocionales, como la depresión y ansiedad; por ello, se brinda atención psicológica para favorecer la adaptación social, manejo de emociones, aceptación y adaptación a la enfermedad, así como favorecer un entorno familiar que brinde el apoyo emocional escuchando activamente, ofreciendo seguridad y fomentando una comunicación abierta.

 

“A través de la rehabilitación especializada se busca que la persona afectada sea lo más independiente y autónoma posible, con el fin de que tengan una mejor calidad de vida”, señala la directora general del INR, Dra. Erika Giraldo Vizcarra.

 

Añade que esto involucra mejorar o mantener la amplitud de movimiento y prevenir las limitaciones articulares, estimular el aumento de la velocidad y la coordinación de los movimientos, mejorar o mantener la coordinación motriz y las destrezas y habilidades manuales, entrenar en las actividades básicas de la vida diaria, entre otras actividades, según las características y necesidades de cada paciente.