Fomentemos hábitos que promuevan un adecuado desarrollo físico, emocional y social en niñas, niños y adolescentes

Nota de prensa
Especialista del Minsa señala que de esta forma podemos prevenir conductas agresivas
Fomentemos hábitos que promuevan un adecuado desarrollo físico, emocional y social en niñas, niños y adolescentes

12 de enero de 2023 - 4:53 p. m.

El psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Adrián Arévalo, explicó que para prevenir conductas agresivas en niñas, niños y adolescentes se debe fomentar, a través de un vínculo sano, seguro, estable y enriquecedor con la familia, hábitos que promuevan un adecuado desarrollo social, físico y emocional.

Por ejemplo, ayudar a que puedan desarrollar su autovalía y sensación de pertenencia a la familia a través de muestras de cariño y amor, así como resaltar sus fortalezas y validar sus intereses. También forman parte de estas medidas los estilos de parentalidad positiva, el fomentar la práctica de deportes, la música y otras formas de expresión artística, el pertenecer a clubes u otros grupos sociales de temas de su interés y fomentar la espiritualidad.

Otras medidas preventivas son el supervisar el contenido al que los niños son expuestos en diferentes medios, como en la televisión, redes sociales, videojuegos, películas u otros. La exposición continua a la violencia, mediante estos medios, puede desensibilizar a algunos niños frente a la violencia, haciéndola aceptable para ellos e incrementando el riesgo que puedan imitarla con otras personas.

“Es necesario delimitar reglas y límites claros, con consecuencias tangibles y consistentes en caso éstas no sean respetadas por las niñas, niños y adolescentes. Estas consecuencias deben ser brindadas con respeto, sin violencia y explicando los motivos por los cuales se considera que han sobrepasado un límite y por qué esto no es apropiado. Asimismo, esto va de la mano con el enseñarles estrategias para la regulación emocional, resolución de problemas y solución de conflictos mediante el diálogo”, dijo el especialista

En otro momento, señaló que existen muchas causas potenciales de violencia o conducta agresiva en niñas, niños y adolescentes, sin embargo, resaltó que no existe una única causa, pues puede haber varios factores en simultáneo que incrementan este riesgo.

En ese sentido, el especialista dio a conocer algunos factores que pueden contribuir a la aparición de conductas agresivas como, por ejemplo, un entorno familiar que fomente ambientes conflictivos, violentos, donde se ejerza abuso físico, sexual o emocional, o bien donde exista negligencia en el cuidado de las niñas, niños y adolescentes. Asimismo, mencionó otros factores de riesgo como la exposición a la violencia en la comunidad, a través de medios de comunicación o mediante redes sociales.

“Además, tenemos al aislamiento social que no permite a las niñas, niños y adolescentes el desarrollar relaciones positivas y significativas con su familia ni con sus pares. Por último, el consumo o abuso de sustancias y algunos otros problemas de salud mental que, de no ser intervenidos, podrían manifestarse mediante ciertas conductas de agresividad”, aseveró.

En el caso de las escuelas en donde aparece la mayor parte de los casos del bullying, el psiquiatra Adrián Arévalo enfatizó que se haga comprender a los estudiantes qué es el bullying, cuáles son sus formas, y cuál es el impacto a nivel físico, psicológico y social sobre la víctima, incluyendo el riesgo de quitarse la vida. Junto a esto, se debe enseñar el respeto, amabilidad y estrategias de resolución de conflictos mediante la empatía y el diálogo. Además, enseñarles a apoyar a otras personas que han sido expuestas al bullying y cómo hacerlo.

También es importante establecer normas institucionales claras y las expectativas que se tiene de cada uno de los estudiantes como parte de una comunidad educativa. Esto incluye un código de conducta y políticas de prevención de bullying, y consecuencias claras en caso no sean cumplidas.

“Se deben fomentar espacios de diálogo en donde los estudiantes puedan expresar sus preocupaciones por las relaciones interpersonales que se dan en el entorno escolar. Por ello, resulta vital el entrenar a los profesores y a otros trabajadores del colegio en cómo reconocer y afrontar el bullying, el brindarles recursos al respecto y enseñarles a fomentar ambientes de soporte, seguros e inclusivos en las aulas”; refirió.

Lo importante es fomentar que la cultura del colegio se base en la empatía, respeto, compasión e integridad, como parte de los valores institucionales y que estos sean tangibles por los estudiantes, por ejemplo, que vean que los profesores y otros miembros de la comunidad educativa también se rigen sobre estos valores. Las niñas, niños y adolescentes podrían no siempre escucharnos, pero es muy probable que nos terminen imitando.