Cigarrillos son fatales para salud de madres gestantes y afecta desarrollo de niños por nacer
Nota de prensa
27 de febrero de 2003 - 12:00 a. m.
Evitar el consumo del cigarrillo durante el embarazo es importante para mantener en buen estado tanto la salud de la madre gestante como la del niño por nacer, debido a los diversos efectos nocivos que ocasiona la aspiración del humo tóxico, asegurando de esta manera el bienestar de ambas personas durante todo el proceso de gestación, recomiendan los especialistas del Ministerio de Salud.
La gestante y el Niño por nacer requieren una serie de cuidados especiales, sobre todo los que se les brinde en el entorno familiar y en la comunidad. Precisamente, en el marco del conjunto de estrategias nacionales Perú Vida 2012, la lucha contra el tabaquismo constituye una de las áreas principales. Por tal razón los expertos del MINSA señalan que la mujer que fuma tiende a una disminución en la fertilidad, producida por los químicos contenidos en el cigarro. Ante ello recomiendan evitar el consumo de este producto y alejarse de personas que lo hagan. Dejar este mal hábito es también una muy buena alternativa.
Cabe señalar que la nicotina y el alquitrán originan trastornos en el organismo de la madre y el bebé en desarrollo, produciendo problemas irreparables en su salud, tales como malformaciones el bebé y, en el futuro, el niño puede volverse adicto a la nicotina, trasmitida desde su proceso de crecimiento intrauterino a través de la placenta, por la que se nutre y oxigena.
De este modo la madre gestante tiene mayor riesgo de abortar o de tener un parto prematuro, y el niño que nace de esta madre podría tener mayores posibilidades de muerte perinatal, (morir en el primer mes de vida) asociado al síndrome de muerte súbita. También podría presentar problemas de conducta escolar por concentración.
De la misma forma, en el útero se produce una disminución de la oxigenación por el incremento de monóxido de carbono, por lo que el oxígeno que le llega al bebé es muy poco y de baja calidad, lo que altera las funciones respiratorias celulares que afectarán el crecimiento y función celular del niño por nacer.
La madre gestante que fuma sufre una vasoconstricción (cierre de vasos sanguineos), lo que produce alteraciones en el metabolismo de la placenta y en el transporte de aminoácidos de la circulación materna hacia el bebé, debido a una inflamación en la misma. La placenta inflamada podría ocasionar infartos en la zona, disminuyendo su tamaño y obstaculizando el trasporte de una óptima nutrición para el bebé.
El mal hábito de fumar también incrementa las alteraciones a nivel cromosomial en relación a la concentración de alquitrán de los cigarrillos, esto resulta vital ya que la información genética esta ubicada en los cromosomas, una alteración estructural en éstos produce anormalidades, como alteraciones en la formación cardiovascular e inmadurez en la formación de los bebes.
Los especialistas señalan que el ingreso de la nicotina al organismo produce un aumento en la frecuencia cardiaca de la madre, y en el bebé una bradicardia (disminución de la frecuencia cardiaca) y la alteración en la excitación del sistema nervioso central.
El fumar durante un período de cinco años después de iniciado el período de menstruación en la mujer aumenta en un 80 por ciento las probabilidades de contraer cáncer de mama, lo que explica el incremento de esta enfermedad en edad pre menopaúsica, según un reciente estudio realizado en Columbia-Canadá.
Cabe señalar que el tabaquismo también provoca enfermedades como cáncer de laringe, lengua, pulmón, vejiga, y del cuello uterino, además de efisema, infarto cardiaco o cerebral, enfermedad vascular periférica, úlcera, entre otras.
Por esta razón, los expertos del MINSA recomiendan que las gestantes deben permanecer en lugares libres de humo, que aseguren el bienestar tanto suyo como la del niño por nacer, asimismo los esposos deben evitar el consumo del cigarrillo dentro de la casa, debido a que está comprobado que el humo no sólo abarca el lugar en donde se está fumando sino que se esparce a todos los ambientes contiguos o lejanos del inmueble.
Lima, 27 de febrero de 2003
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