Esfuerzo conjunto contra útiles escolares nocivos

Nota de prensa

27 de marzo de 2004 - 12:00 a. m.

Los lápices –de carbón y de colores- crayolas, témperas, plumones y otros útiles escolares, que se venden sin pasar un control de calidad, en su mayoría contiene un alto porcentaje de plomo, cadmio, colorantes y solventes, que pueden producir daños a la salud de los niños que los inhalan constantemente y se los llevan a la boca, según informe de la Dirección Ejecutiva de Ecología y Protección del Ambiente – DIGESA del Ministerio de Salud (MINSA).

Por tales motivos, próximamente el MINSA (a través de la DIGESA y la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas -DIGEMID), la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) y la Superintendencia Nacional de Aduanas del Perú (SUNAD), firmarán un convenio con la finalidad de controlar el ingreso, la comercialización y establecer las partidas específicas arancelarias de estos productos que ingresan al país.

En el caso de las tintas, plastilinas y pinturas (cosméticos infantiles) que tienen contacto directo con la piel, podrían resultar peligrosos para los menores, dependiendo cómo los utilicen, manipulen y se expongan a ellos. Por ejemplo, si un estudiante muerde todos los días su lápiz, el cual contiene alguna dosis de plomo, estaría ingiriendo este metal, el cual se acumularía progresivamente en su organismo –debido a que dicho metal no se elimina del organismo en forma natural-, y le produciría a largo plazo un grave deterioro en su nivel intelectual.

Ante tales efectos, urge que los padres de familia adquieran, en sus compras de útiles escolares, lápices sin pintura exterior; plastilinas, tintas, cosméticos infantiles y juguetes de marcas conocidas con sellos de garantía; así como de calidad. Mientras más intenso sea el color de estos productos, menor sería la calidad del material de su fabricación y por consiguiente, un mayor riesgo para la salud de los menores; indica el informe de la dependencia del MINSA.

Asimismo, se detalla que según los parámetros de la Norma de la Unión N. Europea -EN 71-3 para la migración de metales permitidos y el nivel de peligrosidad, los juguetes, cosméticos infantiles y útiles escolares, tienen que cumplir con un nivel diario recomendado de exposición. Para tal fin, lo reglamentado permitido es 0,2 microgramos (ug) de antimonio, 0,1 ug de arsénico, 25,0 ug de bario, 0,6 ug de cadmio, 0,7 ug de plomo, 0,5 ug de mercurio, y 5,0 ug de selenio.

Se sugirió que, ante un cuadro de intoxicación producida por estos productos, principalmente en las sustancias de mayor riesgo como el cadmio, cromo, mercurio y plomo, se deben de seguir los siguientes consejos:

Cadmio
La capa de cadmio es usada para revestir los metales, y es soluble en alimentos ácidos como jugos de fruta y vinagres. Su dosis letal por ingestión es desconocida, pero el ingerir cantidades mínimas como 10 mg, podría causar una inflamación gastrointestinal intensa, lesión del hígado y los riñones. Si presenta estos síntomas, se sugiere tomar cada cuatro horas leche o huevos batidos.

Cromo
El cromo y los cromatos son sustancias irritantes y destructoras de todas las células. Es necesario precisar que los compuestos elaborados con valencia 6 de cromo, como las sales de cromatos y bicromatos, son considerados como cancerígenos. Estas soluciones de cromatos no deben tener contacto con la piel. Si la persona se intoxica debe tomar cada cuatro horas leche o huevos batidos.

Mercurio
El mercurio y sus sales son usados en pinturas, aparatos eléctricos y baterías. El envenenamiento se presenta con el daño gastrointestinal, hepático y renal. Se debe tener en cuenta que la excreción urinaria por encima de 0.3 mg de mercurio por 24 horas indica la posibilidad de envenenamiento.

Plomo
El plomo es usado como metal de imprenta, pinturas industriales, hule, juguetes, cuentas de plástico, pilas eléctricas, entre otros. La dosis mortal de plomo absorbido se calcula en 0.5 gramos, y la acumulación y toxicidad aparecen si se absorbe más de 0,5 mg por día. La vida media del plomo en los huesos es de 32 años y en el riñón es de 7 años. Los límites de exposición en la atmósfera son de 0,15 mg/m3; en la comida es de 2.56 mg/Kg.