¡CUIDE a su niño de las enfermedades respiratorias!
Nota de prensa
15 de mayo de 2004 - 12:00 a. m.
Una serie de medidas preventivas para evitar que las enfermedades respiratorias, principalmente las neumonías, afecten a los niños en esta temporada en que el clima varía de un momento a otro, recomendaron los especialistas del Ministerio de Salud a los padres de familia, aconsejando prodigarles el necesario abrigo y no exponerlos a cambios bruscos de temperatura, sobre todo de lugares cálidos a sitios fríos.
Evitar el enfriamiento de los pequeños, en especial de los menores de dos meses que pierden calor rápidamente, es primordial para proteger la salud del menor. El niño debe mantenerse seco y abrigado, y pegado al cuerpo de la madre, sobretodo si es prematuro o de bajo peso. Es necesario cubrirle la boca y nariz cuando, por alguna razón inevitable, tiene que exponerse al frío.
La contaminación intradomiciliaria es uno de los agentes que contribuyen a la presencia de enfermedades respiratorias, de tal manera que se debe evitar levantar el polvo al hacer la limpieza, el humo de tabaco, la leña y otros combustibles que contaminan el aire.
Como recomendación general, los especialistas sugieren que el adulto afectado por alguna enfermedad respiratoria, debe protegerse la boca o nariz al toser o estornudar, utilizando material descartable en lugar de pañuelos de tela; y no debe escupir al suelo. Igualmente, consideran importante vigilar las secreciones bronquiales o los llamados popularmente "mocos" o "flemas" de los pequeños para determinar, por su color y espesura, una señal de alerta.
En caso que un bebe contraiga una enfermedad respiratoria, es necesario que siga con su alimentación normal: menores de seis meses, lactancia materna exclusiva, y mayores de seis meses lactancia materna y alimentos en pequeñas proporciones hasta dos semanas después de la convalecencia. Además, el menor debe consumir gran cantidad de líquidos (utilizando vaso y cucharita): agua hervida tibia, jugos de frutas e infusiones de hierbas, lo cual ayudará a diluir las flemas que serán eliminadas en las deposiciones.
Es muy importante que la familia no automedique al niño. Si de inicio presenta fiebre y tos, es aconsejable su traslado inmediato la posta o centro de salud más cercano para su control.
NEUMONÍA
La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por diferentes tipos de gérmenes, incluyendo bacterias, virus, hongos y parásitos. Cada tipo de neumonía se presenta a una edad determinada. En cualquier caso, la causa más común de neumonía son los virus, y los más frecuentes son el virus influenza (gripe), virus sincitial respiratorio (VSR), parainfluenza y adenovirus.
A menudo, la neumonía comienza después de una infección respiratoria de vías altas (infección de la nariz y de la garganta también denominada resfriado o catarro común). Cuando esto sucede, los síntomas de neumonía comienzan dos o tres días después.
Si el niño tiene respiración rápida, llévelo inmediatamente al establecimiento de salud más cercano a su domicilio, porque de ser neumonía, corre grave riesgo. Para identificar un cuadro de neumonía, los padres deben observar ciertas características como convulsiones, impedimento para beber líquidos o tomar el pecho, vómitos. Por lo general, el menor se encuentra irritable y somnoliento. Asimismo, el silbido de pecho, si le ronca o tiene respiración quejumbrosa son otros síntomas de alarma, así como la fiebre continua o temperatura baja si es menor de 2 meses.
Si el niño tiene fiebre, se recomienda bajarle la temperatura con pañitos de agua tibia, aplicándolos en la frente, axilas, brazos, piernas y barriga, preferentemente. Si está fresco, mantenerlo abrigado. Es importante, además, completar el esquema de vacunas y continuar con su alimentación. Recuerde, si persiste la fiebre, tos, decaimiento y falta de apetito, acuda al cualquier establecimiento de salud.