Únicamente veintiún restaurantes aprobaron inspección sanitaria en Madre de Dios
Nota de prensa
30 de agosto de 2004 - 12:00 a. m.
Sólo 21 restaurantes de los 60 inspeccionados por el Ministerio de Salud (MINSA) en Madre de Dios, calificó dentro de los márgenes de salubridad e higiene establecidos, así lo explicaron los especialistas de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental (DESA) de esa región, quienes indicaron que ello constituye parte de las acciones desplegadas para prevenir enfermedades diarreicas agudas o intoxicaciones entre la población de esta ciudad.
Asimismo, revelaron que 36 comercios dedicados a la venta de alimentos, aproximadamente el 60 por ciento, presentó algunas deficiencias en su higiene; mientras que el 5 % no calificó (03 restaurantes), además de carecer de licencia de funcionamiento y presentar serias de deficiencias.
Frente a estos resultados, los especialistas recomendaron a la Municipalidad Provincial de Tambopata y al Gobierno Local; regular, vigilar y monitorear los locales inspeccionados además de priorizar un presupuesto en forma oportuna para las actividades de fiscalización sanitaria como medida de prevención de la salud publica.
Madre de Dios es una región bifronteriza, con gran nivel de migración, por lo que se hace necesario establecer una política adecuada de control sanitario en las diferentes fases de la cadena alimentaria.
Con estas acciones, que se realizan en forma periódica, se busca reducir los niveles de contaminación y prevenir posibles fraudes o adulteraciones en los alimentos a los que esta expuesto el consumidor, señalaron especialistas de la DESA.
Según indicaron, las inspecciones y controles sanitarios de los alimentos en los establecimientos de preparación y expendio de productos de consumo inmediato, también sirven para instruir a los propietarios y responsables de la manipulación de alimentos sobre cómo mejorar las buenas prácticas de manipulación de comestibles y bebidas; y evitar perdidas económicas por el deterioro de estos productos perecibles.
Es imprescindible que la población tenga la seguridad que los alimentos que adquiere son inocuos (que no son dañinos a la salud), libre de contaminación y/o alteración y sobretodo que no transmiten enfermedades, indicaron.