Trastorno de ansiedad es uno de los principales problemas durante la infancia
Nota de prensa
23 de mayo de 2005 - 12:00 a. m.
Alrededor del 15% de niños que acuden a los consultorios del Hospital Hermilio Valdizán padece de trastorno de ansiedad, que es uno de los principales problemas que se presenta durante la infancia y que se caracteriza por una respuesta exagerada de tensión o estrés frente a un estímulo determinado.
Según Zoraida Ibazeta, psicóloga infantil de la citada institución especializada en salud mental del Ministerio de Salud (Minsa), por lo general se puede reconocer la ansiedad cuando se presentan sentimientos de angustia y desesperación, los cuales vienen acompañados de respuestas fisiológicas como sudoración palmar, incremento del ritmo cardiaco, cambios en el flujo sanguíneo, movimientos espasmódicos, entumecimiento y respiración acelerada.
Dio a conocer que el niño también puede presentar alteraciones en el plano verbal como voz temblorosa y tartamudez o respuestas no verbales, como tic nerviosos, temblores y movimientos corporales.
Explicó que los trastornos de ansiedad más comunes son; Trastornos de ansiedad por separación, Ansiedad social, Trastornos fóbicos y Trastornos de ansiedad generalizada.
Intervención temprana
La especialista destacó que es fundamental el tratamiento durante la infancia, ya que la calidad de vida del niño ansioso es un factor a tener en cuenta para una temprana intervención.
“Los padres deben estar alerta con la conducta de los niños, ya que este problema les impide desarrollarse adecuadamente en el ámbito social, familiar y educativo, los cuales además pueden llevarlos a experimentar una baja autoestima, tener un bajo rendimiento escolar, retraimiento y timidez, entre otros problemas”, dijo.
Destacó que el origen de la ansiedad radica en el aprendizaje temprano, principalmente a través de la experiencia de hechos traumáticos, como el maltrato, o vivir sometido a “situaciones descalificadoras” como la crítica, entre otros.
De igual modo, la sobreprotección es un factor de riesgo, ya que el niño no tiene oportunidad de desarrollar recursos o habilidades sociales de afrontamiento frente a situaciones cotidianas.
Por ello aconsejó a los padres de un niño ansioso, “adoptar conciencia de la necesidad de una intervención especializada y no etiquetarlo como engreído, tonto o manipulador, como se le suele catalogar al niño ansioso“
Asimismo es importante destacar que el compromiso de los padres en el tratamiento permitirá alcanzar buenos resultados. “En muchos casos suele encontrarse que detrás de un niño ansioso, existe también una madre o padre ansioso o depresivo”.
Recomendaciones:
- Si el niño ejecuta acciones para impedir, posponer o interrumpir algún acontecimiento social, puede existir un problema de ansiedad.
- Los niños con trastornos de ansiedad tienden a percibir situaciones cotidianas como amenazadoras.
- Los padres deben tener cuidado de no confundir la ansiedad de sus hijos con simples problemas de aprendizaje o rendimiento académico.