Consumo de carne de cerdo contaminada afecta el sistema nervioso
Nota de prensa
31 de mayo de 2005 - 12:00 a. m.
La ingesta de carne de cerdo contaminada con la forma larvaria de la Tenia Solium denominada cisticerco, así como el consumo de frutas y verduras mal lavadas que contienen los huevos de este parásito, afectan el sistema nervioso central causando la enfermedad llamada neurocisticercosis, que en algunos casos deja secuelas como la epilepsia.
En opinión del Dr. Roberto Romero Sánchez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión del Ministerio de Salud (Minsa), dicha enfermedad se presenta cuando el ser humano se convierte en huésped intermediario de la Tenia Solium (conocida como Solitaria) y se infesta el sistema nervioso con los cisticercos.
Los huevos de la solitaria originan las larvas en el intestino humano y luego estas migran por la sangre a los diferentes tejidos, entre ellos el sistema nervioso central.
Agregó que la tenia adulta se aloja en el intestino de las personas y es por ello que sus huevos salen por las excretas humanas al medio ambiente y a partir de allí se transmite al cerdo que se infecta al ingerir material fecal con los huevos del parásito u otros alimentos contaminados.
De acuerdo al especialista entre los factores de riesgo para contraer esta enfermedad figuran los malos hábitos higiénicos, la crianza inadecuada de cerdos, así como la falta de control sanitario de la carne de chancho.
Estos factores presentes en diversas zonas del país hace que regiones como Ayacucho, Ancash, Piura, Cajamarca y Lima sean consideradas como zonas endémicas debido a la alta incidencia de esta enfermedad, que se presenta con más frecuencia en personas de la tercera y cuarta década de vida.
Si bien en el país no existen cifras sobre personas afectadas por neurocisticercosis, el especialista indicó que en zonas endémicas afecta a alrededor del 2% de la población.
Manifestaciones clínicas
Añadió que el año pasado en el Servicio de Neurología del Hospital Carrión se registraron sólo 30 casos de personas con esta patología. No obstante, expresó que la cefalea y la epilepsia, que son las principales manifestaciones clínicas de la neurocisticercosis, constituyen el motivo de consulta externa más frecuente en dicha especialidad.
Asimismo destacó que las cifras de atención anual en dicho centro asistencial no reflejan la verdadera incidencia de esta enfermedad, debido a que por falta de recursos económicos muchas personas con los síntomas señalados no pueden solventar el costo del estudio tomográfico del cerebro, examen necesario para el diagnóstico de esta patología.
Tratamiento
Igual que muchas otras enfermedades, la neurocisticercosis también presenta diversas manifestaciones clínicas, pero las que de se presentan con mayor frecuencia en las personas afectadas con esta patología son las crisis epilépticas, cefaleas y déficit neurológico.
El especialista señaló también que de no recibir tratamiento oportuno y adecuado, estos pacientes pueden presentar complicaciones como hidrocefalia, hipertensión endocraneana (aumento de la presión en el cerebro) y síndromes demenciales (pérdida de las facultades mentales).
El enfoque terapéutico de estos pacientes depende del diagnóstico preciso, localización, número de parásitos, etapa de la enfermedad y procesos patológicos asociados, como meningitis, hidrocefalia, vasculitis, etc. Por ello el tratamiento puede ser sintomático, médico y quirúrgico.