Nueve de cada diez suicidas hicieron conocer sus propósitos de quitarse la vida

Nota de prensa

8 de junio de 2005 - 12:00 a. m.

Los suicidas expresan más de una vez, a través de amenazas, palabras, gestos o cambios de conducta, su propósito de acabar con sus vidas. Se estima que nueve de cada diez personas que se han autoeliminado han expresado claramente sus propósitos, mientras que el resto ha dado a entender sus intenciones.

Así lo dio a conocer el Dr. Sergio Pérez Barrero, presidente y fundador de la Sección de Suicidiología de la Sociedad Cubana y de la Asociación Mundial de Psiquiatría, quien indicó que casi la mitad de aquellos que atravesaron una crisis suicida y consumaron la autoeliminación, lo realizan durante los tres primeros meses de haber atravesado una crisis emocional, es decir cuando todos los familiares creían que el peligro había pasado.

El especialista, también asesor de OPS y OMS para la prevención del suicidio en América, afirmó que más del 92% de suicidas padece alguna enfermedad mental, fundamentalmente depresión, y el porcentaje restante (8%) tiene síntomas de síndrome depresivo, aunque indicó que este cuadro puede ser superada mediante la atención de los padres, de los maestros y amigos.

“Aunque toda persona deprimida tiene posibilidades de realizar un intento de suicidio o un suicidio, no todos los que se autoeliminan presentan este desajuste, sino pueden padecer de esquizofrenias, alcoholismo o trastornos del carácter; pero los enfermos mentales se suicidan con mayor frecuencia que la población en general, aunque no necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo”, dijo al precisar que indudablemente todo suicida es una persona que sufre.

Cifras

A su turno, el director general del Instituto Especializado de Salud Mental (IESM) “Honorio Delgado- Hideyo Noguchi”, Martín Nizama Valladolid, expresó su preocupación debido a que el suicidio sigue siendo un grave problema de salud mental en el país, ya que hasta el 31 de mayo alrededor de 132 personas acabaron con sus vidas, 21 de las cuales eran niños y adolescentes.

Indicó que los suicidios se convierten en un “estigma” para los familiares, debido a que los estados de depresión y algunos problemas psicológicos y psiquiátricos son hereditarios, lo cual pone en riesgo a los demás miembros del hogar.

La autoeliminación en niños y adolescentes es aún más preocupante, debido a que las cifras se han incrementado. El 16% de la población suicida corresponde a menores de 18 años, 3% más que los casos registrados en el 2004.

“No está demostrado que el suicidio se herede, aunque se pueden encontrar varios miembros de una misma familia que hayan terminado sus vidas. En estos casos lo que se heredó es la predisposición a padecer determinada enfermedad mental en la cual el suicidio es un síntoma principal”, afirmó durante la inauguración del taller para periodistas “Los suicidios se previenen, la familia una aliada imprescindible”, que se realizó hoy en la sede central del Ministerio de Salud (Minsa).

Medios de comunicación

En torno al rol de los medios de comunicación en la difusión de noticias relacionadas al suicidio, el especialista cubano recomendó a los periodistas a tratar las informaciones sobre estos hechos como se hace con los decesos por otras causas de muerte, evitando las noticias sensacionalistas y aquellos manejos que provoquen la imitación de esta conducta.

Dijo que los medios de comunicación pueden convertirse en un valioso aliado en la prevención del suicidio si enfocan correctamente la noticia y cumplen las sugerencias de los especialistas sobre cómo difundir dichas notas.

En ese sentido, enfatizó que no se debería publicar detalladamente ni en página central los casos de suicidios, tampoco hacer mucho énfasis en las fotos del suicida y en la escena del acto, y no debería especificarse ni describirse el método de autoeliminación, debido a que esto puede ser imitado por una persona que se encuentra en riesgo.

Incluso, precisó que se debería ofrecer testimonios de otras personas que han atravesado por situaciones similares y que han respondido con mecanismos de adaptación, y de quienes en peores situaciones que la de los suicidas han encontrado soluciones mejores que la autoeliminación.