Especialistas advierten que rinitis no debe confundirse con resfriado común

La presencia de casos de rinitis se viene incrementando en el Departamento de Otorrinolaringología del Instituto Especializado de Salud del Niño (IESN) del Ministerio de Salud, donde cada día alrededor del 25% de las atenciones externas obedecen a esta enfermedad.

El jefe del Departamento de Otorrinolaringología del IESN, Dr. Jorge Astocondor, dio a conocer que esta patología se incrementa en la temporada de invierno y es así que dicho nosocomio viene atendiendo 30 casos diarios de rinitis de un total de 120 consultas.

Este incremento se produce entre los meses de julio y agosto a causa del intenso frío, pero lo más preocupante es que este cuadro casi siempre se confunde con el resfrío común lo cual puede llevar a inadecuado cuidado y complicaciones.

Por ello explicó que a diferencia del resfrío común que es temporal y se presenta en los cambios de clima con una duración limitada, la rinitis es prolongada y persistente y ataca tanto a niños como a adultos.

La rinitis afecta la mucosa nasal, produce estornudos, picor, obstrucción, secreciones nasales y en ocasiones hasta falta de olfato, es así que los síntomas más notorios son el moco agudo, dificultad respiratoria, escozor en la nariz, dolor de ojos y oídos, y congestión nasal (tos y estornudos).

Según el especialista, debido a la contaminación ambiental que existe en la capital este trastorno afecta tanto a niños como a adultos. Es así que alrededor de 20 de cada 100 limeños mayores de edad sufre este mal, el cual suele complicarse en la temporada de invierno con afecciones como la amigdalitis y adenoides, para lo cual se recomienda un tratamiento antialérgico.

Además, indicó que este mal es muy persistente en todo el año pero en temporada de invierno los síntomas son más pronunciados.

En ese sentido recomendó que para evitar las complicaciones lo más aconsejable es acudir al establecimiento de salud más cercano apenas aparezcan los primeros signos y síntomas.

También aconsejó tomar medidas de control ambiental para evitar las causas de origen alérgico, como la limpieza intensa de la casa con aumento de la ventilación, disminución de la humedad ambiental y eliminación de ácaros.