Estado anímico de la gestante influiría en el crecimiento del feto y parto prematuro

Nota de prensa

8 de agosto de 2005 - 12:00 a. m.

El estrés en la etapa prenatal puede perjudicar el desarrollo del feto e incluso asfixia y muerte dentro del útero, además se convierte en un factor preponderante para que el nuevo ser tenga un nacimiento prematuro o con bajo peso, informó el especialista del Hospital Nacional Docente Madre Niño “San Bartolomé”, del Ministerio de Salud (Minsa), Dr. Percy Pacora Portella.

Señaló que el estrés en las gestantes puede originarse a la violencia doméstica asociada al alcohol o al contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual. La mujer se siente avergonzada de ser contagiada por su pareja debido que éste, muchas veces, contrae esta enfermedad por ser infiel; o por concebir producto del alcohol así como ser forzada a tener relaciones sexuales.

Cuando una mujer se encuentra en etapa de depresión aguda y ansiedad genera que los niños al momento de nacer padezcan de teratogenesis funcional, es decir que los órganos estén presentes pero no funcionen, entre ellos el cerebro.

Asimismo, los hijos de las mujeres deprimidas durante el embarazo tienen un alto riesgo de desarrollar trastornos en el desarrollo neurológico y cognitivo, es decir retardo psicomotriz o retardo mental, respectivamente.

Explicó que cuando una mujer se encuentra en un nivel de estrés intenso, sobre todo durante mucho tiempo, su organismo libera cantidades excesivas de cortisona que atraviesa la placenta como mucha facilidad. Esta sustancia actúa sobre el feto y restringe su crecimiento, a la vez que disminuye el desarrollo de sustancias y órganos que producen la inmunidad celular que le permitirán al niño defenderse de las infecciones. También perjudica el crecimiento del cerebro con la debida velocidad.

El cortisol antogoniza los receptores de la progesterona a niveles del útero, lo cual hace que este organismo sea más irritable o se contraiga mas rápido y tenga mayor tendencia a contraerse prematuramente, lo cual desencadena un parto prematuro.

Mientras tanto, a niveles de estrés agudo, como la perdida o enfermedad de un familiar, el organismo de la gestante hace que se eleven las concentraciones de epinefrina y norepinefrina, sustancias vasoconstrictoras que atraviesan la placenta y estimulan el hígado fetal bloqueando la acción de una proteína ligadora que permite el crecimiento del feto y la placenta. De esta manera se restringe el crecimiento fetal (desnutrición fetal) y se produce una falla en la función placentaria (insuficiencia placentaria).

Por todo ello, el especialista recomendó brindar mayor cuidado al desarrollo del ser humano durante el embarazo, ya que la estimulación de la madre hacia al hijo asegura el desarrollo adecuado del nuevo ser, lo cual no se produce cuando una mujer se encuentra estresada.

También recomendó a los especialistas a mejorar el trato a las gestantes e interesarse por la salud mental de sus pacientes, haciendo preguntas fáciles como por ejemplo ¿Cómo esta su estado de ánimo? y ¿Qué está comiendo?, y no sólo pesarlas y medir sus tallas.

También indicó que en el hospital “San Bartolomé” funciona la Unidad de estimulación temprana y psicoprofilaxis, donde se identifica casos de violencia doméstica y se brinda consejería en general.