Niños con tartamudez requieren apoyo familiar para superar problema de lenguaje
Nota de prensa
9 de agosto de 2005 - 12:00 a. m.
Aquellos niños de dos a cuatro años de edad que por más de tres meses presentan continuas interrupciones en el habla, debido a la repetición o prolongación de sonidos, sílabas y palabras, deben ser llevados ante un especialista con la finalidad de descartar el trastorno del lenguaje conocido como tartamudez.
Según Miriam Velarde Incháustegui, neuróloga del Departamento de Neurología de la Conducta del Instituto Especializado de Ciencias Neurológicas “Oscar Trelles Montes”, del Ministerio de Salud (Minsa), por lo general los niños de dos a cuatro años presentan una tartamudez considerada fisiológica normal, la cual se produce porque este grupo poblacional piensa más rápido de lo que puede hablar o expresarse.
Sin embargo, recomendó a los padres llevar al niño ante un especialista cuando la dificultad para hablar se prolonga por más de tres meses y existe antecedentes familiares, ya que puede tratarse de una seria dificultad para expresarse o de una tartamudez, trastorno del habla que necesariamente requiere de terapia de lenguaje para revertirse.
En opinión del especialista en nuestro país este trastorno se presenta con mayor frecuencia en niños de 6 a 7 años, que ya tienen los patrones de lenguaje y, por tanto, en quienes es más difícil tratar este trastorno.
Un niño puede superar este problema y lograr hablar de manera normal si recibe terapia de manera oportuna. Por ello lo ideal es tratar estos casos antes que interioricen los patrones de lenguaje, es decir entre los cinco y seis años de edad.
La tartamudez no tiene una causa definida e incluso puede desencadenarse por un susto muy fuerte, tener causas neurológicas, genéticas o psicosociales (por ejemplo inseguridad y sobre exigencia de los padres), aunque estos dos factores son los que se observa con mayor frecuencia en nuestro medio.
La neuróloga informó que el 40% de niños entre dos y cuatro años presenta esta dificultad del habla considerada dentro de lo normal, y se estima que el 10% de la población escolar tiene este trastorno que con más frecuencia se presenta en varones.
Tratamiento
El tratamiento fundamental para revertir la tartamudez es la terapia de lenguaje, ya que a través de ella se trabaja el ritmo respiratorio, los trastornos de fonación y articulación verbal. Asimismo se les enseña a utilizar sinónimos para las palabras que les son de difícil pronunciación a fin que no tengan problemas al hablar.
Además de la terapia de lenguaje estos niños necesitan recibir apoyo psicológico para superar sus problemas de baja autoestima, timidez e inseguridad.
La especialista manifestó que los padres deben tener presente que la tartamudez es cíclica (aparece y desaparece por periodos), y aumenta con los estados de tensión y, por tanto, los pacientes no deben abandonar el tratamiento aún cuanto el tartamudeo “desaparece” porque ello puede contribuir a que el trastorno sea permanente.
Agregó que también es muy importante que los padres reciban apoyo psicológico para que sepan como tratar y evitar actitudes negativas, como por ejemplo ponerse ansiosos, impacientes o interrumpir al niño cuando habla.