Advierten que uso de anteojos sin indicación médica puede agravar problemas oculares
Nota de prensa
23 de agosto de 2005 - 12:00 a. m.
Adquirir y utilizar anteojos sin previa evaluación de un especialista puede agravar los problemas oculares en las personas, e incluso en aquellas que presentan enfermedades de fondo, como catarata, retinopatía diabética o glaucoma, se incrementa el riesgo de pérdida de la visión.
Tal advertencia fue hecha por el Dr. Enrique Montjoy Patroni, miembro del Comité Nacional de Prevención de la Ceguera (Conaprece), quien indicó que las personas que acuden directamente a una óptica para medirse la vista corren el riesgo de que no se les diagnostique de manera temprana alguna enfermedad ocular de fondo que puede conducirles a la ceguera. Ello ocurre debido a que estos centros priorizan la venta de anteojos.
El también especialista del Instituto Especializado de Oftalmología (INO), del Ministerio de Salud (Minsa), recalcó que de acuerdo con la normatividad vigente, el oftalmólogo es el único que se encuentra facultado para prescribir el uso de lentes, con la medida y características adecuadas, las cuales dependen de la edad y de la necesidad del paciente.
Dijo que cuando un paciente siente molestias en los ojos la causa no siempre son los problemas refractarios, como la miopía, astigmatismo o hipermetropía, sino muchas veces obedece a enfermedades de fondo como ojo seco, catarata, glaucoma o retinopatía diabética, degeneración macular relacionado con la edad o desprendimiento de la retira; males que de no ser tratados a tiempo generan pérdida parcial o total de la visión.
El oftalmólogo determina la magnitud del vicio de refracción y entrega al paciente una receta para que acuda a una óptica a fin que le confeccionen los anteojos, trabajo que es realizado por un optómetra, cuya labor es complementaria al acto médico y no puede sustituirlo.
“La corrección del vicio refractivo realizado por el oftalmólogo busca el restablecimiento de la salud visual del paciente, mientras que la labor del optómetra se circunscribe a los aspectos comerciales (confección y venta de gafas); por lo tanto un optómetra no puede determinar si un problema ocular requiere tratamiento medico o quirúrgico”, enfatizó el especialista.
Niños
Desde su punto de vista esta situación es más delicada en los niños, quienes pueden presentan vicios de refracción encubiertos los cuales les provocan síntomas como dolor de cabeza, somnolencia, mareos y falta de atención, cuadros que requieren una evaluación del oftalmólogo para su diagnóstico.
Los riesgos de que los menores no sean llevados a un oftalmólogo, por cuestiones económicas o desconocimiento, sino ante un optómetra, puede ocasionar el desprendimiento de la retina, que perjudica la visión y puede causar la pérdida de la visión.
Por ello el especialista hizo un llamado a todos peruanos para que acudan a los servicios oftalmológicos del Minsa, para tratar sus problemas de visión y recibir una evaluación ocular integral, así como la prescripción de sus anteojos de acuerdo a sus reales necesidades.
“Debemos realizar una cruzada por las buenas prácticas en la venta y comercialización de los anteojos por parte de las ópticas, además de campañas educativas para que la población use lentes para la corrección de vicios de refracción”, reiteró al tiempo de señalar que el uso de anteojos es complementaria al examen oftalmológico.