Gestantes podrán elegir posición vertical u horizontal para el parto

Nota de prensa

6 de octubre de 2005 - 12:00 a. m.

En el marco de las celebraciones por el 70 Aniversario del Ministerio de Salud (Minsa), la titular del sector, Pilar Mazzetti Soler, presentó hoy la “Norma técnica sobre atención del parto vertical con adecuación intercultural”, que tiene como objetivo contribuir al incremento del parto en áreas rurales con atención profesional y, en consecuencia, la reducción de las complicaciones que ocasiona la muerte materna.

La titular de Salud explicó que esta norma es uno de los esfuerzos más importantes del Minsa, puesto que la mayoría de médicos tiene una formación basada en el parto horizontal por lo que va a tener que adaptarse a la realidad e interculturalidad del país, ya que es necesario respetar la decisión de las mujeres de las zonas rurales que prefieren dar a luz de forma vertical.

Detalló que mediante este tipo de trabajos la brecha en salud se tiene que ir acortando cada vez más, ya que se está atendiendo la opinión de las personas más excluidas del país.

La norma busca estandarizar la atención del parto vertical de acuerdo a criterios internacionales y a la experiencia, así como adecuar la oferta de los servicios de salud de las zonas andinas y amazónicas a las costumbres de las gestantes de estas regiones.

Parto vertical

Sobre el parto vertical, la coordinadora de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Dra. Lucy Del Carpio, afirmó que esta práctica genera menor dolor en la mujer y una menor necesidad de usar medicamentos. Asimismo logra una mayor eficiencia de las contracciones uterinas.

También dijo que en el parto vertical el útero de la gestante, al no comprimir grandes vasos como la aorta ni la vena cava, no ocasiona alternaciones en la circulación materna ni en la irrigación de la placenta. Por lo tanto no afecta la cantidad del oxígeno que recibe el feto.

A ello se suma la acción positiva de las fuerzas de gravedad que a la hora del parto vertical y también favorece el descenso del feto. Asimismo, los miembros inferiores al estar apoyados constituyen un punto de apoyo que indirectamente ayuda al nacimiento.

De igual modo en este tipo de parto existe mayor eficiencia de las contracciones uterinas, se acorta el tiempo de trabajo de parto, existe menos dolor y la mujer tiene una mayor participación en el nacimiento de su hijo, entre otros beneficios para la madre y el bebé.

Antecedentes

Una práctica cultural en la atención del parto es la posición que adopta la mujer en el momento de dar a luz. La gran mayoría de mujeres andinas y amazónicas prefiere la posición vertical, ya sea en cuclillas, sentada, arrodillada, entre otras (parto tradicional). Sin embargo, el personal de salud ha sido entrenado básicamente para atender el parto en posición horizontal (acostada).

Estas dos prácticas diferentes ocasionan un desencuentro cultural entre el personal que atiende y las mujeres rurales que muchas veces prefieren abstenerse de acudir a los establecimientos de salud, poniendo en riesgo la salud y la vida tanto de ella como del niño por nacer en caso que se presenten complicaciones.

Frente a este desencuentro y en un marco de respeto a los derechos sexuales y reproductivos, donde parir y nacer son momentos decisivos para nuestra vida, el Ministerio de Salud enfrenta el reto de responder a la necesidad de buscar el equilibrio entre los efectivos cuidados clínicos modernos y la sensibilidad y significado que estos acontecimientos representan en la vida para gran parte de nuestra población. Asimismo, las evidencias científicas demuestran que la atención del parto en posición vertical es más fisiológico y facilita a la parturienta la expulsión del niño por nacer.

En nuestro país existe una importante experiencia en la atención del parto en posición vertical, con un enfoque de adecuación cultural, evidenciándose en los últimos años un notable incremento del porcentaje de este tipo de partos atendidos por personal de salud. La ultima Encuesta Nacional de Demografía y Salud reporta un incremento de 24% (2000) a 44% (2004) para la atención de partos en los servicios de salud en la población rural.

El Minsa, a través de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva, apoya esta iniciativa en los departamentos de Cuzco, Cajamarca, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Amazonas y Puno.