Desórdenes por deficiencia de yodo en nuestro país están bajo control
Nota de prensa
26 de enero de 2006 - 12:00 a. m.
En nuestro país los desórdenes por deficiencia de yodo (DDI) se encuentran bajo control como consecuencia de las diversas acciones integrales y permanentes que realiza el Ministerio de Salud (Minsa). Sin embargo, es necesario continuar con las estrategias que han permitido este control, indicó Walter Vílchez, responsable del componente de nutrición de la Dirección Ejecutiva de Atención Integral en Salud de la Dirección General de Salud de las Personas de este portafolio.
Dicha información fue proporcionada durante la “Reunión Técnica Nacional para la Sostenibilidad del Control de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo y Actualización en Micronutrientes”, que realiza el Minsa con el apoyo de la UNICEF del 25 al 27 de este mes, y que tiene por finalidad consolidar los esfuerzos regionales y locales en este campo.
En este encuentro se discuten y analizan las particularidades locales e incorporan las nuevas tendencias de la acción integrada en yodo y otros nutrientes en el marco del modelo de atención integral de salud y el proceso de descentralización del sector Salud.
Agregó que el Minsa ejecuta acciones priorizando las zonas de riesgo y las que constituyen fuentes de abastecimiento de sal yodada, principalmente en las zonas productoras a fin de mantener los niveles de yodación óptimos y en condiciones sanitarias adecuadas. Destacó que al 2005 el consumo de sal adecuadamente yodada se mantiene por encima del 90%, lo que garantiza el control de los DDI.
El especialista, quién expuso en el mencionado la “Situación Nacional de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo”, indicó que el Minsa no produce sal yodada, que es la que mantiene bajo control los DDI sobre todo en poblaciones de la sierra y selva, pero realiza un trabajo coordinado con medianos y pequeños productores que son los que abastecen a las poblaciones en extrema pobreza o poblaciones excluidas.
Asimismo señaló que en nuestro país el 90% de la sal que se comercializa es yodada, lo que significa que la sal que se comercializa es la adecuada.
Programa
De otro lado, durante su exposición sobre la “Situación de los DDI en el Mundo y la Región de las Américas”, el Dr. Eduardo Pretell, coordinador de la Región para América ICCIDD, informó que en América Latina y el Caribe, el 10% de niños en edad escolar y la población en general presenta algún grado de DDI.
Países como Argentina, Chile y Haití no tienen programa para el control de la DDI y muchos no hacen el monitoreo de la calidad de la sal yodada.
Señaló que en América Latina gran parte de las severas DDI han sido corregidas. El 83% de los hogares consume sal yodada y sólo cinco países tienen deficiencias en este campo.
Destacó que el retroceso observado en algunos países de la región después de éxitos previos, obedece a una débil vigilancia. En su opinión los elementos claves para la sostenibilidad son los Comités de vigilancia nacional y una educación efectiva en todos los niveles.
Consecuencias
Entre las consecuencias clínicas que genera la deficiencia de yodo figuran; el bocio difuso, nódulos, neoplasias tiroideas; mayor sensibilidad a la radiación; desórdenes por deficiencia de yodo (bocio y cretinismo).
El Dr. Pretell informó que estudios realizados revelaron que los hijos de mujeres con deficiencia de yodo durante la gestación, presentan deficiencia de lenguaje, coeficiente intelectual bajo, deficiencia auditiva y electroencefalogramas anormales.