Bebés deben gatear y usar botines para prevenir pies planos

Nota de prensa

14 de febrero de 2006 - 12:00 a. m.

En más del 95% de bebés con malformación de pies o “pies planos”, los factores causantes son la falta de gateo, actividad que suele desarrollarse durante los nueve y once meses de edad. Asimismo, la ”malformación en el arco del pie” obedece a que los pequeños han caminado antes de tiempo inducidos por los familiares.

Así lo dio a conocer el Dr. Carlos Rodríguez Ibañez, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) del Ministerio de Salud (Minsa), quien indicó que durante el 2005 en el INR se atendieron mil 128 niños con este problema; la gran mayoría de estos presentó “pie plano adquirido” y sólo seis pacientes del total padecían “pie plano congénito”.

Refirió que los bebés que saltan la etapa del gateo cuando son inducidos por sus familiares a caminar, con lo cual perjudican la formación del arco de los pies, mientras que las rodillas también sufren daño ya que no se fortalecen. La acción de gatear debe ser ejecutada por un menor cuando tiene entre 9 y 11 meses de nacido.

Sin embargo, dijo que cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo y que es el pediatra quien debe opinar si la evolución que va siguiendo el menor está dentro de los límites normales o si existe alguna patología que se aprecie.

A su entender los niños deben caminar solos sin el estímulo de algún familiar, porque son ellos quienes deben aprender a pararse, apoyándose de los muebles; por tanto se sugiere nunca forzar al niño a que camine, ya que lo hará solo y a su tiempo.

La condición de pie plano se debe a la falta del arco normal, situación que puede afectar uno o ambos pies. Al comienzo todos los pies de los bebés se ven planos, debido a que el arco se forma cuando los menores cumple dos o tres años de edad.

Si el niño se queja de dolor en el pie o en el tobillo se recomienda visitar al especialista a tiempo para descartar que el dolor no sea causado por un problema en la cadera o en la rodilla.

Plantilla

El especialista exhortó a la población a evaluar a sus niños con profesionales en el tema, puesto que en muchos lugares se les realiza este diagnóstico con plantillas o “plantigramas” (estampado del pie en una hoja), situación poco recomendable porque el examen correcto es aquel que realizan los traumatólogos cuando el niño camina.

Muchos pequeños perjudican la formación adecuada del arco del pie por el uso inadecuado de zapatos y zapatillas, por tanto recomendó a las madres de familias comprar botines especiales para sus engreídos, que tengan punta redonda, taco de jebe, zuela ancha y volada.

Al respeto, invocó comprar y usar zapatos un número mayor a la medida del pie, es decir si el pie del pequeño es talla 20 lo recomendable es comprar el botín de talla 21. Además, el calzado de los niños debe ser renovado cada 6 meses, puesto que en este tiempo el pie del infante crece una talla más.