Vigilancia de salud pública y control de riesgos son las funciones que mejor cumple el sector
Nota de prensa
13 de junio de 2006 - 12:00 a. m.
Por primera vez el Ministerio de Salud (Minsa) ha evaluado la capacidad del sector en cuanto al cumplimiento de las Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP), y ha determinado que en promedio estas funciones se cumplen en 46%, aunque en campos como la vigilancia de la salud pública, investigación y control de riesgos y daños, el desempeño de la función asciende a 66% a nivel nacional.
Al comentar los resultados de este estudio, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti Soler, afirmó que estas cifras revelan la evolución de la capacidad de trabajo de las Direcciones Regionales de Salud (Diresas) ante situaciones de riesgo y emergencias, lo que evidencia un desempeño con responsabilidad y madurez en las áreas más críticas.
Calificó dicha evaluación como el “mejor instrumento de gestión para el próximo equipo de salud”, puesto que en su opinión este estudio representa la primera línea de base en función a la medición de las FESP, que se obtiene en 23 regiones del país.
Asimismo, durante la presentación de este estudio, la titular del Minsa agradeció a los organismos internacionales que apoyaron la iniciativa que implicó una inversión de medio millón de soles.
Fortalezas y debilidades
Por su parte, la Dra. Luz Loo Palomino, directora ejecutiva de Gestión Sanitaria de la Dirección General de Salud de las Personas (DGSP) del Minsa, dijo, al dar a conocer los resultados de este estudio, que estas cifras fueron obtenidas en la evaluación de Funciones Esenciales de Salud Pública que realizó la DGSP en un lapso de nueve meses y que se desarrolló entre septiembre del 2005 y mayo del 2006.
Señaló que medir el desempeño significa identificar las fortalezas y debilidades de los procesos, servicios e infraestructura de los establecimientos de salud, y en este contexto precisó que el promedio de desempeño de las FESP en la macrorregión Norte es de 46%, mientras que la macrorregión Centro es de 42% y en la macrorregión Sur 48%.
Sostuvo que en todas las regiones del país, la segunda función que implica la vigilancia, investigación y control de riesgos y daños de la salud pública, se desempeña óptimamente, puesto que en el 42% de las Direcciones Regionales de Salud se observó que el personal desarrolla esta función de manera óptima.
Entre las funciones que siguen a la señalada, se encuentra el monitoreo y análisis de la situación de salud de la población, la cual se desempeña en 62%, seguida de la reducción del impacto de las emergencias y desastres en la salud con un 56%, lo cual incluye la prevención, mitigación, preparación respuesta y rehabilitación ante desastres.
Menor desempeño
La capacidad en el cumplimiento de las otras funciones es; en investigación, desarrollo e implementación de soluciones innovadoras en salud pública (24%); fortalecimiento de la capacidad institucional de regulación y fiscalización en materia de salud pública (27%) y el desarrollo de recursos humanos y capacitación (32%). Estas son las tres funciones con menor desempeño en las regiones y que se revertirá desde el nivel central para alcanzar un trabajo óptimo.
Por su parte, el Dr. Luis Podestá Gavilano, director general de la DGSP, dijo que la medición generó espacios de diálogo y de análisis de la realidad regional, e hizo posible identificar fortalezas y debilidades, capacidades e infraestructura y competencias descentralizadas en cada región del Perú; las cuales deben servir para generar intervenciones que mejoren los resultados sanitarios.
Entre los desafíos que se ha planteado el Minsa, se encuentra la institucionalización de las FESP como herramienta de desempeño al interior de la Autoridad Sanitaria, así como continuar con la supervisión y monitoreo del desempeño de estas funciones a nivel regional.
Saludo
En este contexto, el Dr. Manuel Peña Escobar, representante en el Perú de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), felicitó al Minsa por la evaluación desarrollada y manifestó que “este esfuerzo responsable” ayudará al Estado peruano a determinar en qué esfuerzos y recursos invertir, así como a qué funciones y aspectos darle prioridad en el campo de la salud pública.