En niños con dificultad para hablar por más de tres meses especialista debe descartar tartamudez
Nota de prensa
15 de julio de 2006 - 12:00 a. m.
Es recomendable que los padres de familia lleven ante un especialista a sus hijos de entre dos y cuatro años de edad que presentan dificultad para hablar durante más de tres meses y que tienen antecedentes familiares, debido a que puede tratarse de una seria dificultad para expresarse o de cuadro de tartamudez.
Tal recomendación fue realizada por la neuróloga Miriam Velarde Incháustegui, del Departamento de Neurología de la Conducta del Instituto Especializado de Ciencias Neurológicas “Oscar Trelles Montes”, del Ministerio de Salud (Minsa).
Por lo general, los niños de dos a cuatro años de edad presentan “tartamudez fisiológica normal”, es decir continuas interrupciones en el habla debido a la repetición o prolongación de sonidos, sílabas y palabras. Ello se producen porque este grupo poblacional piensa más rápido de lo que puede hablar o expresarse, añadió la especialista.
No obstante, precisó que si dicha dificultad se prolonga por más de tres meses y hay antecedentes familiares, podría tratarse de un problema de tartamudez, es decir de un trastorno del habla que necesariamente requiere de terapia de lenguaje para revertirse. Por ello estos casos deben ser evaluados por un especialista con la finalidad de descartar algún trastorno del lenguaje.
En opinión de la especialista en nuestro país este trastorno se presenta con mayor frecuencia en niños de 6 a 7 años de edad, que ya tienen los patrones de lenguaje y, por tanto, en quienes es más difícil tratar dicho trastorno.
Un niño puede superar este problema y lograr hablar de manera normal si recibe terapia de manera oportuna. Por ello lo ideal es tratar estos casos antes que los afectados “interioricen” los patrones de lenguaje, es decir entre los cinco y seis años de edad.
Población escolar
Asimismo, la neuróloga informó que el 40% de niños entre dos y cuatro años presenta esta dificultad del habla, lo cual es considerado como un nivel “normal”, y se estima que el 10% de la población escolar tiene este trastorno que con más frecuencia se presenta en varones.
El tratamiento fundamental para revertir la tartamudez es la terapia de lenguaje, ya que a través de ella se trabaja el ritmo respiratorio, los trastornos de fonación y articulación verbal. Asimismo, se les enseña a utilizar sinónimos para las palabras que les son de difícil pronunciación a fin que no tengan problemas al hablar.
Además de la terapia de lenguaje estos niños necesitan recibir apoyo psicológico para superar sus problemas de baja autoestima, timidez e inseguridad.
La especialista manifestó que los padres deben tener presente que la tartamudez es cíclica (aparece y desaparece por periodos), y aumenta con los estados de tensión y, por tanto, los pacientes no deben abandonar el tratamiento aún cuanto el tartamudeo “desaparece”, porque ello puede contribuir a que el trastorno sea permanente.