Siete de cada diez mujeres en unión conyugal utiliza algún método anticonceptivo

Nota de prensa

3 de agosto de 2006 - 12:00 a. m.

Una forma de medir la efectividad de las acciones realizadas por el Ministerio de Salud (Minsa) en el campo de la planificación familiar, es a través del nivel de conocimiento y utilización de métodos anticonceptivos por parte de las parejas, informó la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa en el marco del Día Internacional de la Planificación Familiar que hoy se conmemora.

La coordinadora nacional de dicha estrategia sanitaria Dra. Lucy Del Carpio, señaló que la fecundidad es una de las variables demográficas más importantes para evaluar la tendencia de crecimiento de la población y para analizar el nivel de satisfacción de la demanda en planificación familiar.

Explicó que según los resultados de la Encuesta Nacional de Desarrollo en Salud (ENDES) 2004-2005, se ha registrado una disminución de la fecundidad de 2.9 hijos por mujer (2000) a 2.5 hijos (2004-2005) a nivel nacional, registrándose un descenso sustancial de la fecundidad en el área rural que en los últimos cuatro años ha pasado de 4.3 a 3.7 hijos por mujer.

También señaló que “La Endes 2004-2005 muestra que siete de cada diez mujeres en unión conyugal (71%) usaban algún método anticonceptivo, cifra que representa un incremento de dos puntos porcentuales con relación a la cifra reportada en el Endes 2000”.

Sin embargo, añadió, que la Endes 2004 registra que “el porcentaje de uso de métodos anticonceptivos modernos ha disminuido de 50% a 47%, y el uso de métodos anticonceptivos tradicionales se ha incrementado de 18 a 22%”.

Otro indicador que mide la necesidad satisfecha de Planificación Familiar es la proporción de mujeres que desean espaciar los nacimientos y/o limitar la familia. “La Endes 2004-2005 nos reporta que alrededor del 90% de la demanda total de planificación familiar está satisfecha, superior en dos puntos a la encontrada en la Endes 2000, que era de 88%”, precisó la especialista.

Es preciso establecer las brechas que aún existen entre la población urbana y rural y contrastar estas cifras con la situación de pobreza, la falta de accesibilidad a servicios de calidad y los altos índices de morbilidad y mortalidad en mujeres rurales.

Norma Técnica de Planificación Familiar

A partir de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) en 1994 y luego de la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer en 1995, recuerda la Dra. Del Carpio, surgen en nuestro país una serie de instancias y compromisos, creándose el marco legal y normativo favorable a la mujer, a la salud y a los derechos reproductivos.

Por ejemplo, en el Programa de Acción de la CIPD “se insta a los países a velar por las personas, de acuerdo a su edad, tengan a su alcance, servicios de salud reproductiva, incluyendo servicios de maternidad segura, planificación familiar, prevención del cáncer ginecológico y de prevención de Infecciones de Transmisión Sexual, incluyendo el VIH/SIDA, lo antes posible y no más tarde del año 2015”.

En este marco, la Norma Técnica de Planificación Familiar, aprobada el 14 de julio del 2005, contempla los enfoques de derechos humanos, sexuales y reproductivos, así como el aspecto de género, la prevención de violencia familiar, interculturalidad e integralidad.

Sostuvo que la norma actualiza también la metodología sobre los métodos de planificación familiar como los indicadores de tasa de falla y las contraindicaciones. También se establecen criterios para la atención integral en planificación familiar, respeto, promoción de derechos, prevención de violencia y el enfoque de género en los servicios de atención.

Manual de orientación sexual

El manual de orientación/consejería en salud sexual y reproductiva, es otro instrumento importante para lograr una reproducción adecuada que desarrolla una metodología específica de la comunicación interpersonal, cuyo fin es motivar la reflexión de las personas respecto a su salud reproductiva e ideales reproductivos, para tomar decisiones libres e informadas.

El propósito de este manual es difundir en los proveedores los conceptos y procedimientos para realizar las actividades de orientación/consejería en salud sexual y reproductiva, como parte de la atención integral, respetando los derechos sexuales y reproductivos de las/os usuarias/os, considerando la equidad de género y las diferencias socioculturales para garantizar una atención de calidad.

Dicho manual intenta incorporar en las acciones de salud los enfoques de derechos humanos y de género, y propone consideraciones en la interculturalidad en salud.

Con estos documentos la Estrategia Sanitaria de Salud Sexual y Reproductiva del Minsa busca establecer los procedimientos técnicos administrativos para la atención en planificación familiar, reforzando las competencias técnicas de los proveedores de salud, a fin de que los mismos organicen y provean servicios accesibles y de calidad, y contribuyan a que las parejas ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos.