Salud alerta tener cuidado con fobia social en niños y adolescentes
Nota de prensa
31 de agosto de 2006 - 12:00 a. m.
El Ministerio de Salud (Minsa) alerta a los padres de familia a mantenerse vigilantes con la fobia social, el cual es un trastorno de la conducta que afecta generalmente a menores de edad y está caracterizado por problemas de socialización, como el miedo a exponerse a los demás, la inseguridad y la baja autoestima.
Así lo dio a conocer la directora general del Hospital “Víctor Larco Herrera”, psiquiatra Cristina Eguiguren Li, quien detalló que sólo en el servicio de consulta externa de niños y adolescentes del citado establecimiento de salud mental se registró el año pasado un 4% de estos casos nuevos en menores de edad.
Explicó que los niños con fobia social son inseguros y con poca tolerancia a la frustración, cuyo mayor miedo es la crítica de su entorno (amigos de colegio o de barrio, profesores o familiares)
“Un caso muy común es el niño que cuando tiene que exponer o hablar en público, tartamudea, le tiembla el cuerpo, se pone rojo y eso a la larga le ocasiona problemas en su rendimiento académico”, dijo la especialista.
La causa de esta patología puede deberse a múltiples factores como, por ejemplo, no haber establecido un vínculo afectivo entre padres e hijos durante la infancia, el medioambiente (estresores psicosociales) y la carga genética.
Señales de alerta
Dijo que las señales de alerta más comunes son: sudoraciones, palpitaciones, temblor de manos, náuseas, nerviosismo, síntomas de ansiedad y angustia ante situaciones en que deben enfrentarse a extraños o ser el centro de atención.
La psiquiatra Eguiguren Li recomendó a los padres de familia buscar atención y tratamiento especializado para los niños con este problema, ya que de lo contrario en el futuro estarán limitados por problemas fóbicos en la universidad, en el trabajo, en sus relaciones amicales, problemas en la búsqueda y relación de pareja, etc.
Típicamente se confunde con timidez, pero no es lo mismo. En los niños, la ansiedad puede manifestarse con llantos, rabietas, tartamudez, vómitos, aferramiento a familiares cercanos, llegando inclusive al mutismo.
En cambio, los mayores pueden mostrarse excesivamente cohibidos en ambientes sociales fuera del hogar, eludiendo así el contacto y la participación en juegos de equipo y con poca confianza en sus habilidades sociales.
Recomendaciones para los padres
- Aprender a reconocer los logros de sus hijos felicitándolos y reforzándolos.
- Compartir el tiempo libre con sus hijos incentivando y fomentando en ellos la formación de valores, hábitos, disciplina y la autoestima.
- Si ambos padres trabajan, asegurar que la cuidadora del niño (a) siga el mismo modelo de educación de los padres, con las mismas reglas y hábitos y que se evite en lo posible cambios continuos de cuidadoras, asegurando así que el medio en que se desarrolle el niño (a) sea estable y seguro.
- El niño que tiene un buen vínculo afectivo con sus padres se siente querido, suele sentirse aceptado en casa e irá seguro a la escuela, manteniéndose estas características en su vida adulta.
- El principal ingrediente en la formación de los hijos es el amor y la comunicación familiar clara y acorde con la edad.
- Evite criticar duramente a sus hijos. No los rotule con apodos o insultos que pueden marcar sus vidas negativamente.
- Recuerde que la inseguridad del menor con fobia social se forma desde el hogar.