Reiteran que pirotécnicos ocasionan quemaduras severas, amputaciones, sordera parcial y ceguera

Nota de prensa

22 de diciembre de 2006 - 12:00 a. m.

Especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) reiteraron a la población el pedido para evitar que los niños manipulen artefactos pirotécnicos durante los días de celebración de Navidad y Año Nuevo, a fin de impedir que se produzcan lesiones severas en los niños.

Adrián Ramírez Vega, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Especializado de Salud del Niño, advirtió que son los cohetones como la “Rata Blanca” los más peligrosos, pues tiene mecha corta y no deja tiempo de lanzarlos para que exploten.

El especialista reveló que la explosión de dichos artefactos ha ocasionado en muchos niños amputaciones de los dedos o la mano, perdida parcial de la visión por quemaduras de las corneas o sordera traumática.

En el caso de quemaduras leves se debe poner inmediatamente la zona afectada bajo un chorro de agua, de modo tal que permita su enfriamiento y así mitigar el dolor e impedir que la alta temperatura siga afectando la piel. Las quemaduras leves son aquellas que sólo presentan enrojecimiento y ampollas en la piel. No se les debe aplicar talco, pomadas ni aceite.

Sí se puede aplicar cremas que tengan sulfato de zinc o alguna que sea protectora de la piel. No es recomendable reventar las ampollas, pues existe un riesgo de infección.

Si la lesión es severa, cuando la quemadura presenta sangre, se debe limpiar sólo con agua y cubrir con una toalla limpia o una gasa. Luego se debe llevar al niño el centro de salud más cercano.

En el caso de quemadura de corneas, la persona afectada debe recibir una atención médica inmediata.

Asimismo aconsejó que si se al niño se le quema la ropa, no hay que quitársela, sino mojarla inmediatamente, ya sea bajo una ducha o con jarros de agua, pues si se quitan las prendas quemadas se puede desprender la piel. Inmediatamente después se le debe llevar al centro de salud más cercano.

Estos casos suelen suceder por la manipulación de luces de bengala, cuyos destellos suelen salpicar en la ropa del menor y si está es sintética se puede incendiar de inmediato.

Ramírez Vega consideró necesario que los adultos amonesten a los niños apenas los vean manipular algún artefacto pirotécnico y no darles la oportunidad de que los prendan.