Niños son más vulnerables a contagiarse de TBC cuando hay en casa un familiar con la enfermedad

Nota de prensa

7 de marzo de 2007 - 12:00 a. m.

Los niños son más vulnerables a contagiarse de tuberculosis cuando existe un miembro del entorno familiar que padece de la enfermedad y, a diferencia de los adultos, en ellos es alto el riesgo de mortalidad por esta causa, reveló el Dr. Hernán Del Castillo Barrientos, neumólogo del Instituto Nacional de Salud del Niño del Ministerio de Salud (Minsa).

Explicó que esto se da porque los niños, mientras son más pequeños, sus defensas todavía no están muy desarrolladas. Por tal razón recomendó realizar obligatoriamente un descarte de tuberculosis a todos los contactos en un domicilio (es decir a todas las personas que tiene trato diario o frecuente con el infectado, compartan o no la misma vivienda) cuando se tiene a un adulto con TBC pulmonar, sobretodo a los menores de cinco años, aún cuando no presenten síntomas.

En el caso contrario, cuando aparece un niño menor de 5 años con tuberculosis, y sobre todo si es menor de dos años, su aparición está dando la alarma acerca de que hay cerca al niño un adulto portador. “Por eso a los niños se les conoce como los centinelas de la tuberculosis”, aseveró el especialista.

Subrayó asimismo que a diferencia de los adultos, el riesgo de mortalidad es alto, sobre todo en niños menores de 5 años, pues presentan formas clínicas severas como la Tuberculosis Miliar o generalizada, que en una gran proporción se acompaña de Meningoencefalitis.

Del Castillo Barrientos detalló que cuando a los menores de cinco años no se les diagnostica oportunamente pueden desarrollar cuadros avanzados de la enfermedad, no solo a nivel pulmonar sino extrapulmonar, entre ellos la meningoencefalitis y la localización abdominal con sus formas clínicas peritoneal e intestinal, ambas de alta morbi-mortalidad.

En los niños mayores de cinco años la tuberculosis compromete los pulmones de manera que puede dejar secuelas respiratorias graves o crónicas de incapacidad, las cuales van a impedirle llevar una vida normal en el futuro.

Transmisión
El neumólogo indicó que la tuberculosis se puede transmitir a los niños desde la gestación, cuando la madre esta enferma, y antes de los cinco años por contacto intradomiciliario, sobretodo cuando existe hacinamiento. Pero a diferencia de los adultos, el riesgo de contagio a través de un menor infectado es mínimo, pues ellos presentan pocos bacilos de la enfermedad y sus manifestaciones respiratorias son menores.

Debe tenerse presente que la transmisión de la enfermedad es casi exclusivamente aerógena, es decir por la inhalación de bacilos que son expulsados casi siempre por la tos por el enfermo adulto.

En los menores de dos años se debe prestar atención a síntomas como decaimiento, fiebre de presentación irregular y en los de edad preescolar manifestaciones como tos, fiebre, cambios de conducta como irritabilidad y desganado.

Frente a cualquier sospecha es importante llevar al niño al centro de salud más cercano, a fin de que se indique los análisis necesarios.

El tratamiento de tuberculosis es gratuito y dura seis meses en el caso de una TBC pulmonar, el esquema de tratamiento es el mismo que el de los adultos.

Los preescolares y escolares podrán retomar a sus actividades normales después de dos meses de iniciado su tratamiento de TBC pulmonar primaria (a diferencia de las formas clínicas severas sobretodo extrapulmonares) pues ya no existirá el riesgo de transmitir este mal.

El Instituto Nacional de Salud del Niño diagnostica mensualmente entre 30 a 40 casos a través de exámenes auxiliares como la tuberculina, la radiografía de tórax simple, la baciloscopia y el cultivo del aspirado gástrico, pues en los más pequeños es difícil obtener muestras de esputo como los adultos.