Los niños deben tener un control mensual de crecimiento y desarrollo en su primer año de vida
Nota de prensa
21 de abril de 2007 - 12:00 a. m.
Los problemas en el crecimiento y desarrollo pueden ser detectados a tiempo en los bebés, si se cumple con llevarlos a un control mensual en el primer año de vida, recordó el Dr. Luis López Vargas, jefe del Departamento de Neonatología de Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) del Ministerio de Salud (Minsa).
Las deficiencias en el crecimiento o mal desarrollo en determinadas áreas podrían acentuarse con el transcurrir de los meses si no son diagnosticados oportunamente y por ende corregidos a tiempo. Estas deficiencias pueden alterar los logros que corresponden a la edad cronológica de los niños advirtió el pediatra.
Los niños menores de dos años pueden estar expuestos a sufrir anemia o desnutrición, cuadros que pueden pasar desapercibidos si es que no se controla el peso, la talla y otros factores de manera periódica.
En el primer trimestre de vida un niño debe ganar un peso en promedio de 600 a 900 gramos por mes, mientras que en el segundo trimestre el incremento debe ser de 500 a 700 gramos, y para el tercer y cuarto trimestre es de 400 a 600 gramos.
En cuento al incremento de talla, este debe ser de 0,75 a un centímetro por semana en el primer trimestre, de 0,5 a 0,75 para el segundo trimestre y de 0,2 a 0,5 centímetros semanales para el tercer trimestre hasta el año de edad.
López Vargas aclaró que un adecuado control de crecimiento y desarrollo, así como un entorno familiar y social propicio, permitirán que la expresión genética se manifieste a cabalidad, de tal manera que la talla corta deberá interpretarse en función de la curva de crecimiento y de la altura de los padres.
Desnutrición
De otro lado recomendó estar atentos frente a la inapetencia (poca ingesta de alimentos) y disminución del peso de los niños, para así evitar problemas de desnutrición, pues esto generalmente va acompañado del riesgo de desarrollar anemia y enfermar de cuadros comunes como la diarrea y afecciones respiratorias.
Aclaró que están en mayor riesgo de sufrir desnutrición todos los niños menores de dos años de edad, sobre todo los bebés menores de seis meses que reciben lactancia artificial y/o mixta, y aquellos que no acuden a los controles de crecimiento y desarrollo, pues no reciben la asesoría adecuada en aspectos nutricionales.
“Cuando los niños están en proceso de recuperación de los cuadros de desnutrición, el apetito mejora, lucen más gorditos y no se enferman tanto”, precisó.
Si no superan la desnutrición, desarrollan anemia severa, lo que trae como consecuencia falta de apetito, enflaquecimiento, menor crecimiento, desarrollo alterado con menor índice de coeficiente intelectual, mal rendimiento académico entre otros, indicó el experto.
Para prevenir estos cuadros, recomendó a los padres de familia llevar a sus niños al centro de salud más cercano para que el personal de salud evalúe sus progresos mes a mes.