A partir de los 50 años se incrementa riesgo de catarata, glaucoma y retinopatía diabética

Nota de prensa

2 de junio de 2007 - 12:00 a. m.

El riesgo de padecer ceguera parcial o total a causa de enfermedades como la catarata, el glaucoma, la retinopatía diabética y la degeneración macular, aumenta notablemente a partir de los 50 años, así lo indicó el director del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) del Ministerio de Salud (MInsa), Dr. Jorge Velazco Quiroga.

El funcionario manifestó que lo más importante es la prevención de dichas enfermedades para lo cual exhortó a las personas mayores de 50 años a realizarse un chequeo ocular como mínimo una vez al año, pues no se debe esperar a tener molestias para acudir al médico especialista, ya que muchas veces los pacientes acuden al oftalmólogo cuando el mal está muy avanzado y es irreversible.

Detalló que la catarata es el principal problema oftalmológico que afecta a la población peruana y en la mayoría de los casos se presenta generalmente en la población senil y se caracteriza por una visión borrosa o baja visión que puede conducir a la ceguera.

Quiroga, dijo que el síntoma más común que nos puede hacer sospechar de la existencia de una catarata es la disminución de la visión. Otros síntomas menos frecuentes son una disminución en la visión de los colores, mala visión nocturna.

El director del INO refirió que el glaucoma es una condición en la cual la presión del fluido normal dentro de los ojos (la presión intraocular) se eleva lentamente como resultado del drenaje inapropiado del humor acuoso; el cual normalmente fluye hacia adentro y afuera del ojo. La acumulación del fluido causa daños en la presión del nervio óptico (un racimo de más de un millón de fibras nerviosas que conectan la retina con el cerebro) y ocasionan pérdida en la visión.

Según el especialista, otra de las enfermedades que afecta a la población es la retinopatía diabética que se produce al tener niveles altos de azúcar (glucosa) en la sangre, como los generados por la diabetes, produciendo un daño del endotelio que afecta la totalidad del sistema circulatorio del cuerpo, incluyendo los vasos sanguíneos de la retina.

Llamó la atención sobre este problema pues la retina es la parte del ojo más importante para la visión. “Es allí donde la luz se convierte en impulsos eléctricos para que las imágenes sean interpretadas por el cerebro. La diabetes puede llevar a un mal funcionamiento de la retina de tres formas principales: edema macular, hemorragia vítrea y desprendimiento de retina”, sostuvo.

Finalmente, recomendó acudir al especialista si se presenta nublamiento de la visión, ceguera nocturna, sensibilidad a la luz, dificultad para ver bien por los costados y distinguir los colores, así como no ver bien con lentes y percibir manchas,.