Con sistema de vigilancia comunitaria logran revertir problemas de salud en Apurímac

Nota de prensa

19 de agosto de 2009 - 12:00 a. m.

A pesar de su nombre bíblico, la comunidad de Belén de Anta, ubicada en Apurímac, era una zona muy golpeada por el terrorismo, con un problema grande de alcoholismo y desnutrición crónica en niños menores de tres años. Hoy tiene otro rostro y es la ganadora del “II Concurso de experiencias exitosas para la alimentación y nutrición saludable”, organizado por el Ministerio de Salud, a través del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN), en colaboración con otras instituciones.

Hasta el año 2001, la prevalencia de desnutrición crónica en niños menores de tres años era de 56% en esa localidad, no había apoyo de las autoridades comunales, la asistencia de los padres llevando a sus niños para su control de crecimiento era de 20%, no se tenia letrinas por lo cual la eliminación de excretas era a campo abierto y ningún domicilio contaba con cocinas mejoradas. Además, los partos domiciliarios eran hasta de un 80 %.

Sin embargo, la puesta en marcha de un sistema de vigilancia con participación comunitaria, voluntaria, sin presiones ni autoritarismo, donde la comunidad participa en todos los procesos, define sus problemas y necesidades en salud , plantea soluciones y evalúa sus avances, ha logrado revertir esa situación.

Y es que en febrero del 2001, el personal de salud de esa jurisdicción, informado de experiencias comunitarias desarrolladas en otros departamentos, decide implementar dicho sistema de vigilancia, tomando como estrategia la información y sensibilización a la comunidad y sus autoridades sobre los problemas de salud más alarmantes.

Ahora, en Belén de Anta se puede constatar el éxito de esa estrategia a través de las múltiples actividades emprendidas por el SIVICO, para lograr mejorar la salud comunitaria. Uno de los indicadores resaltantes es la disminución de la desnutrición en un 18.5 % y de los partos domiciliarios al 43 %.

También el aumento de control de CRED (crecimiento y desarrollo) de los niños mensualmente, el aumento de partos institucionales, la implementación del saneamiento básico con letrinas, cocinas mejoradas, micro rellenos sanitarios. A ello se suma el avance en aseguramiento de las disponibilidad de alimentos de origen animal, con la crianza de animales menores (cuy) en forma adecuada y la vigilancia mensual del dinero entregado por Juntos.

Una parte importante del éxito ha sido el nombramiento y fortalecimiento de promotores de salud. En el año 2001 se contaba con un solo promotor de salud para más de 100 familias. Pero en el 2007 ya había ocho promotores comprometidos con la salud de su comunidad.

Como lecciones aprendidas están que el compromiso con la comunidad debe ser permanente, el incumplimiento de acuerdos pactados hace que la comunidad se desinterese. “Si el Dr. de la posta dijo que participaría en la reunión y no asiste, la gente ya no viene la próxima vez”, comenta un poblador.