Lactantes de 2 a 5 meses son los más propensos a sufrir de muerte súbita
Nota de prensa5 de junio de 2010 - 12:00 a. m.
El riesgo de muerte súbita (muerte repentina de un bebé aparentemente sano) se da entre los 30 días y los 12 meses de edad pero es más común entre los 2 y 5 meses y entre la media noche y las 9 de la mañana, señaló la Dra. Virginia Garaycochea, directora de medicina del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN).
Aunque las causas siguen siendo una incógnita, la mayoría de los casos ocurren mientras los niños están durmiendo y especialmente si lo hacen boca abajo, en otros lugares se conoce como “muerte en la cuna”.
La especialista indicó que entre los grupos de riesgo están los bebés prematuros, recién nacidos de bajo peso, los que nacen de embarazos no controlados y de madres que han ingerido drogas, hijos de madres y padres fumadores, niños que tuvieron problemas al nacer y requirieron respirador artificial. Esta entidad se presenta súbitamente, con la detención de la respiración (apnea) por causa desconocida.
Asimismo, las familias con un caso previo de muerte súbita del lactante, presentan un riesgo más elevado de lo habitual de que el hijo o hijos siguientes sean victimas del mismo síndrome.
Precisó además que la muerte puede ocurre en cualquier lugar donde duerma el niño, especialmente si no reúne las condiciones adecuadas: colchones muy blandos, cojines alrededor, exceso de ropa de cama que cubre al niño, etc.
Recomendaciones
Según la especialista, si bien no existen signos de alarma que puedan predecirlo este síndrome, los padres deben seguir algunas recomendaciones que han probado ser efectivas en proteger a sus hijos.
Garaycochea, indicó que no se debe mantener a los bebes en habitaciones cerradas y con poca ventilación. Acostarlos durante el primer año de vida boca arriba, nunca boca abajo, o de costado. Se debe quitar las almohadas y cojines o colchas gruesas de la cuna donde se le acuesta, ya que podrían ahogar al lactante. Asimismo, es recomendable usar una buena pijama que los abrigue para evitar usar colchas, y de hacerlo taparlos solo hasta la cintura, dejando sus manos libres, evitando sobreabrigarlos.
La cabeza del bebé debe estar siempre descubierta, pues los estudios demuestran que entre 16 y 22% de los niños victimas de la muerte súbita tuvieron su cabeza cubierta por ropa de cama, “al taparle la cara, los bebes comienzan a respirar su propio CO2 y su efecto acumulativo hace que los niños no reaccionen a ello, hasta dejar de respirar” dijo.
Señaló también que es conveniente que los pies del bebé contacten con el extremo de la cuna, de ésta manera el bebé tiene menos posibilidades de desplazarse por debajo de la ropa de cama. No exagerar en el abrigo del niño (la temperatura ideal de un niño es cuando esta cómodo y con las manos tibias).
De otro lado, recomendó evitar que el bebé duerma en la misma cama que los padres, de hacerlo, estos no deben tomar bebidas alcohólicas. Asimismo, deben evitar el tabaquismo materno y paterno durante el embarazo y la lactancia y nunca hacerlo en el entorno del bebé y fomentar la lactancia exclusiva de leche materna durante los primeros seis meses.
Finalmente, aclaró que para dar un diagnóstico de “muerte súbita infantil” se debe antes haber realizado una completa investigación, y necesariamente una autopsia, a fin de descartar otras causas que pudieran confundir con esta entidad.