Dependencia de niños a videojuegos puede convertirse en una grave patología
Nota de prensa30 de junio de 2010 - 12:00 a. m.
Un niño adicto a los videojuegos puede presentar problemas con los estudios, inasistencia a clases, desinterés por actividades antes practicadas con frecuencia, distanciamiento de la familia y amigos, y sentir “aburrimiento” si no está jugando. Son señales claras de adicción que puede degenerar en una grave patología, advirtió el Fernando Luna León, médico psiquiatra de la Dirección de Adicciones del Instituto de Salud Mental “Honorio Delgado - Hideyo Noguchi”.
Este problema se da cuando el niño (a) necesita obtener una sensación de bienestar, evitando el aburrimiento en que vive debido a la escasa comunicación, presencia y soporte afectivo que encuentra en la familia.
La fuerte dependencia a los videojuegos se genera más aun cuando los niños juegan desde muy pequeños, y se caracteriza porque su práctica ocupa demasiado tiempo en su día a día, a pesar de conllevar consecuencias negativas, detalló el especialista.
Causas
Para Luna León, las causas más comunes de que exista este tipo de adicción son diversas, y entre ellas señaló: la baja autoestima, sentimiento de soledad del niño (a); problemas familiares, poca dedicación al niño(a) por motivos laborales y si los padres están presentes se observa comunicación superficial o falta de ésta.
A esto se suma la similitud entre los valores que se fomentan en estos juegos de tecnología cada vez más avanzada, y los de la sociedad como son: la competición, la velocidad, la violencia, la agresividad.
La práctica de este tipo de entretenimiento encuentra un mayor apoyo y aceptación social, dando la falsa percepción al niño o adolescente que está actuando bien. También refirió que a nivel social, se puede indicar como consecuencia la escasa integración en un grupo de amigos, la desmotivación o el fracaso escolar.
Recomendaciones
Para dar cuenta de esta adicción en sus hijos, el médico psiquiatra del Instituto de Salud Mental “Honorio Delgado - Hideyo Noguchi”, recomienda a padres y educadores tener en cuenta algunas señales que los niños pueden presentar, entre ellos: dedicar tiempo libre e incluso más a jugar, sacrificando actividades escolares o recreativas; permanecer frente a la pantalla horas, sin atender cuando lo llaman; demostrar demasiada tensión, no apartar la vista del ordenador, y no respetar los horarios de sus actividades diarias.
Ante ello el especialista recomendó a los padres establecer con sus hijos un horario que reparta equilibradamente el tiempo, y permita a los menores, sentir su presencia; que faciliten el diálogo y que éstos les oigan decir que los aman; así mismo, compartir actividades que resulten de interés para ellos, no dejar al niño (a) mucho tiempo solo, y continuar con la ayuda de un profesional en caso de que esta patología sea grave.