Minsa propone tolerancia cero de alcohol para conductores de vehículos
Nota de prensa
27 de agosto de 2011 - 12:00 a. m.
El 75% de fallecidos en accidentes de tránsito en Lima, consumió alcohol antes del choque o atropello. Estos casos se registraron en su mayoría, en las zonas de Ate, San Juan de Lurigancho, San Juan de Miraflores y San Martín de Porres, distritos donde no existe un control para la venta de licor.
Así lo reveló Victor Choquehuanca Vilca, Coordinador de la Estrategia Nacional de Accidentes de Tránsito (Esnat) del Ministerio de Salud (Minsa) quien además consideró que se debería de aplicar el Plan Zanahoria, para reducir la venta y consumo de alcohol en estos distritos.
“Se debería aplicar el conocido “Plan Zanahoria”, que limita la venta y consumo de alcohol a determinada hora del día, y que tuvo excelentes resultados en el distrito de La Victoria, así como el resto de distritos de la capital”, sostuvo.
Señaló que el consumo de alcohol es una causa fundamental de accidentes de tránsito en Lima, junto con la imprudencia y la velocidad excesiva. Otro gran problema en los accidentes causados por alcohol, es que la persona que ha bebido cree que se encuentra en capacidad de conducir, cuando la realidad es otra.
Choquehuanca Vilca sostuvo que los conductores no tienen la suficiente educación vial para cumplir las normas de tránsito. “Se necesita ejercer un control estricto con penas severas, una responsabilidad grande que deben asumir las autoridades”, enfatizó.
Límites de alcohol y sus efectos
Explicó que la legislación establece una tolerancia de 0.25 miligramos de alcohol por litro de sangre para transportistas públicos y 0.50 para conductores particulares; pero las investigaciones señalan que una persona con apenas 0.1 o 0.2 miligramos de alcohol en la sangre registra alteraciones psicomotoras, por lo que debería haber tolerancia cero de alcohol para conducir un vehículo.
Señaló que una persona que ha bebido, antes de manifestar reacciones motoras como, hablar más lento, o movilizarse con dificultad, registra otras alteraciones como disminución en la atención visual y la capacidad de reacción rápida, también conocida como reflejo.
“Un conductor que ha bebido va a tardar más fracciones de segundo que una persona sobria, lo que podría ser fatal en caso de un accidente, donde cada instante cuenta”, resaltó.
De acuerdo a los estudios técnicos un choque toma entre 0.5 y 2.5 segundos en producirse, y si no se tiene los reflejos en óptimas condiciones, las posibilidades de propiciar o ser víctima de un siniestro vial, son mayores.