Respeto de los derechos de pacientes con trastornos mentales graves

Nota de prensa
51 pacientes mentales de Iquitos fueron reinsertados a sus hogares

15 de enero de 2012 - 12:00 a. m.

Ser un enfermo mental no significa que debe ser aislado, recluido o que deba tener un régimen estricto de comidas y horas de sueño. Tener un trastorno grave de la salud mental significa que puede ser rehabilitado y que puede regresar a su casa, con sus familiares, y volver a sus ocupaciones y distracciones habituales. Eso es lo que nos ha enseñado el Centro de Rehabilitación de Enfermos Mentales de Iquitos (CREMI), donde se han logrado reinsertar en sus hogares, a 51 pacientes mentales de un total de 89, que residían ahí.

El CREMI es una institución psiquiátrica de tipo manicomial, dependiente de la Dirección Regional de Salud de Loreto, que fue observada por la Defensoría del Pueblo, en el año 2009. Algunos de los cuestionamientos indicaban que las personas con trastornos mentales se hospitalizaban “en razón de la demanda de la familia o su negativa a recibirlos en el hogar”. Es decir, que eran internados porque sus propias familias no podían controlarlos, pero no por criterios clínicos.

Otra de las observaciones mencionaba que los pacientes eran encerrados en celdas, algo que debía ser subsanado.

Hoy, la situación del CREMI es distinta. Desde el 2009 se lleva a cabo un proceso de reforma de la atención psiquiátrica y se busca fortalecer la salud mental en la atención primaria, es decir que la atención física se integral y considere la atención en salud mental.

“Esta nueva gestión está dando énfasis al respeto de los derechos de pacientes con trastornos mentales graves, no solo para que sean atendidos, sino para sean respetados sus derechos como personas”, indicó la Dra. Gloria Cueva, Directora Ejecutiva de Salud Mental del Ministerio de Salud.

El plan para el CREMI es ambicioso. Actualmente, se realizan gestiones entre el gobierno regional, gobierno local, la iglesia y la Beneficencia, para prestar una mejor atención a los pacientes de la salud mental. Uno de los objetivos es que los pacientes puedan ser transferidos por corto tiempo a los hospitales generales, como el Hospital Regional y el Hospital de Apoyo de Iquitos. Luego de recibir tratamiento y estar recuperados, deberían volver a sus hogares.

Asimismo, está contemplada la implementación de Hogares Protegidos para personas con discapacidad, que no cuentan con habilidades físicas para vivir en forma independiente y tampoco tienen el apoyo de sus familiares.

Está demostrado que el aislamiento no favorece la recuperación ni estimula la sociabilidad ni la autonomía del paciente, por el contrario, lo deteriora, margina, empobrece, anula aptitudes y genera mayores problemas como el hospitalismo y la cronicidad.