Estudiantes deben pasar por un chequeo oftalmológico antes de iniciar el periodo escolar

Nota de prensa
Mal rendimiento académico suele asociarse con problemas de conducta como desatención, hiperactividad, desinterés, entre otros.

24 de febrero de 2013 - 12:00 a. m.

“Todo menor requiere de una visión óptima para un buen desenvolvimiento en el colegio. Por ello, se recomienda un chequeo oftalmológico integral previo al inicio de cada periodo escolar.”, asegura el doctor Guillermo Barriga Salaverry, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Loayza, quien además afirmó que para ello es indispensable el monitoreo de los padres, sobre todo en los más pequeños.

Acercar la vista de forma exagerada a los objetos, entrecerrar los párpados para afinar la visión, frotar los ojos, parpadeo frecuente, sensibilidad a la luz o cansancio visual son los síntomas más comunes de algún problema visual, los cuales pueden detectarse fácilmente en la casa o en la escuela, explica el especialista.

“El astigmatismo (visión borrosa de los objetos), la miopía (visión incorrecta de objetos lejanos) y la hipermetropía (visión incorrecta de objetos cercanos), respectivamente, son las enfermedades oculares denominadas ‘ametropías’ más frecuentes en nuestro medio, las cuales pueden ser corregidas con el uso de lentes. A partir de los dos o tres años de edad, el oftalmólogo e incluso el pediatra puede ya detectar si existen problemas en la visión en el niño”, precisa.

Los niños entre los 5 y 9 años aproximadamente, destaca el oftalmólogo, son diagnosticados de enfermedades visuales en menor cantidad que los más grandes. La razón se debe a que ellos generalmente no manifiestan de manera ‘aparente’ algún síntoma de problema visual, dado que no son conscientes de ello. Ellos prefieren cambiar de actividad en lugar de hacer un esfuerzo por ver correctamente y, en consecuencia, esto suele confundirse con problemas de conducta o falta de atención.

En cambio, los menores a partir de los 10 años, conscientes de que no tienen una visión correcta, buscan resolver este problema cambiándose de sitio o forzando la vista, por ejemplo, lo cual hace que los síntomas se manifiesten claramente, mientras que los pre adolescentes y adolescentes, en determinados casos, prefieren no realizar mayor esfuerzo visual para evitar dolores de cabeza o cansancio visual.

De otro lado, el doctor Barriga advirtió que no tratar un problema visual a tiempo en el menor, en especial aquellos que requieren anteojos con medida mayor a 3.0 de optría, este podría sufrir de ambliopía u ‘ojo perezoso’, enfermedad irreversible en la cual el ojo anatómicamente es “normal”, pero no el sistema de visión, al no haber permitido la maduración de este con el uso de lentes.

“Muchos escolares, generalmente los mayores, se rehúsan a usar lentes porque son motivo de burla o de exclusión social, lo cual puede ser perjudicial para su salud. Actualmente existe una amplia oferta de lentes con mejor estética y además se puede optar por el uso de lentes de contacto a partir de los 15 años, siempre y cuando lo determine el especialista”, aclara el doctor Barriga.

Asimismo, alertó que una tendencia hoy en día es que el menor, con el apoyo de los padres, sea sometido a una cirugía para corregir las ametropías. “Esta práctica se considera inapropiada debido a que la medida final de la vista en el menor, no se establece de manera definitiva sino hasta después de los 24 años en promedio. Por lo tanto, esto podría perjudicial en vez de favorable“, finalizó.