“Perdido” hace 8 años, se rencuentra con su familia en hospital Hermilio Valdizán

Nota de prensa
La Defensoría de la Salud y Transparencia y medio de comunicación televisivo difundieron el caso

20 de setiembre de 2013 - 12:00 a. m.

“Pimbo”, un paciente que desde hace dos años se encuentra internado en el Hospital Hermilio Valdizán en Ate debido a su retardo mental, volvió a reunirse con su familia después de 8 años. Sus familiares se quedaron atónitos y sin poder dar crédito de verlo otra vez. Después de tanto tiempo que estuvo desaparecido, lo habían dado por muerto.

Luego del emotivo momento que tuvo al rencontrarse con sus seres queridos podrá seguir su tratamiento pero ahora en compañía y el resguardo de su entorno familiar. Su nombre real es Pile Beltrán Javier y tiene 43 años de edad.

La historia de Pile es el resultado de un informe difundido por un medio de comunicación televisivo que busca a pacientes internados en los diferentes establecimientos de salud para que puedan ser reconocidos por algún pariente o amigo y de esa manera dejen su condición de pacientes abandonados.
“Pimbo” fue visto por su hermana en el reportaje, avisó a su madre y se acercaron de inmediato al hospital para recogerlo. Desde entonces está reunido con su madre y hermanos y tiene una mejor calidad de vida, sobre todo de afecto.

El medio de televisión local se contactó con la Defensoría de la Salud y Transparencia para conocer algunos datos importantes que se manejan sobre el tema. Los casos presentados evidenciaron la realidad que se vive cada día en estos nosocomios de salud mental.

La abogada Grace Cáceres del Área de Atención de Quejas de la Defensoría de la Salud, dijo que las circunstancias por las que abandonan a los pacientes son variadas. “El factor determinante es el económico, en un segundo plano la falta de capacidad de los familiares para manejar los cuadros clínicos que presentan, y el enigma social que atraviesan estas familias”, explicó
Señaló que se considera parte del tratamiento integral que debe tener un paciente el aspecto psicológico, y la familia es un factor esencial para su total recuperación.

La funcionaria añadió que en Lima Metropolitana se tiene un aproximado de 373 pacientes en esta situación. “Como sector tenemos un deber de custodia desde que el paciente ingresa al establecimiento, y de garantizar la continuidad de sus atenciones; la Defensoría de la Salud y Transparencia realiza reuniones con diferentes instituciones para establecer el mayor cuidado que debe tener el paciente por el grado de vulnerabilidad en que se encuentra, y luego tratar de ubicar y sensibilizar a los familiares”, agregó Cáceres.