Minsa brinda acompañamiento psico emocional a los deudos del accidente que enluta Cusco

Nota de prensa
Titular del sector envía las más sentidas condolencias

12 de octubre de 2013 - 12:00 a. m.

El Ministerio de Salud (Minsa) a través de la Dirección General de Salud de las Personas (DGSP) y la oportuna intervención de la Dirección Ejecutiva de Salud Mental, participan directamente con los deudos de los fallecidos en el accidente ocurrido en el distrito de Santa Teresa, provincia de La Convención en Cusco.

Psicólogos de la Estrategia Sanitaria de Salud Mental de la región, se dirigen a la zona del desastre, para brindar el apoyo psicoemocional a los familiares de los 51 fallecidos en el grave accidente vehicular ocurrido en la madrugada de hoy, cuando el camión cayó a un abismo de 200 metros, informó el Dr. Carlos Bromley Coloma, Director Ejecutivo de Salud Mental del Minsa.

“El fallecimiento de un familiar en circunstancias inusitada e imprevista como un accidente, tiene un impacto enorme en la estabilidad mental de los deudos. Por ello, requieren en ese momento de gran dolor emocional un afronte psicológico que les permita aceptar la pérdida”, subrayó el funcionario.

Por su parte la ministra de Salud, Midori de Habich, remite las más sentidas condolencias a los deudos.

“La pérdida de un ser querido puede resolverse mejor si se cuenta con el soporte emocional y social adecuado que le permita al doliente darse cuenta que no está solo, que tiene otros familiares y amigos que lo ayudarán a continuar su vida y a temer menos al mundo real a pesar de la durísima experiencia. Por ello, se ha designado a un equipo de brigadista de salud mental para ayudar a los deudos”, dijo la titular del pliego.

El equipo de brigadistas de salud mental del Cusco encargado está integrado por la Lic. María Luisa Rojas (Directora Ejecutiva de Participación Comunitaria), el Lic. Martín Flores (Coordinador de la Estrategia Sanitaria de Salud Mental) y los psicólogos Belén Valverde y Lidia Huamán.

Fases del duelo
Existen tres fases que es necesario procesar para llegar al objetivo final de la aceptación ante la pérdida intempestiva de un ser querido; la primera es de shock y negación, en la cual los deudos no perciben lo sucedido de manera real y reaccionan como si no hubiera ocurrido, inclusive pueden llegar a hablarle al familiar fallecido y decirle que despierte, que no siga durmiendo.

La segunda fase implica ira, frustración, ansiedad y depresión, esta fase consiste en comenzar a reaccionar emocionalmente frente a la percepción real de la muerte, dichas reacciones mezclan gran desesperación, inquietud psicomotora, tristeza, miedo y soledad, es la etapa más difícil de superar, pueden ocurrir suicidios si es que no es tratada adecuadamente.

La tercera fase, es de progresiva aceptación y entendimiento de lo sucedido, las personas van comprendiendo poco a poco la muerte del familiar y se inicia un proceso de resignación y aceptación de la pérdida para finalmente superarla e ingresar a la recuperación de la vida habitual y la afirmación personal.