El VIH es una enfermedad crónica controlable

Nota de prensa
Ya no se considera un mal mortal porque la sobrevida en pacientes es mayor en años.

25 de noviembre de 2014 - 12:00 a. m.

La década de los ochenta, fue sin duda la época más dura para las personas infectadas con VIH. Hoy, más de tres décadas después de aquel inicio, el Dr. Carlos Benites Villafane, Coordinador de la Estrategia Sanitaria de Control y Prevención de VIH del Ministerio de Salud (Minsa) desmitifica la enfermedad: el VIH es una dolencia crónica, como la diabetes o la hipertensión; las personas que la padecen pueden vivir más años, siempre que sean diagnosticadas a tiempo y reciban su tratamiento.

El primer caso de SIDA en el Perú se detectó en mayo de 1983; el Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH) fue el que recibió a la primera persona con ese mal. Por coincidencia, ese mes y año en Francia, el Dr. LucMontagneir descubría el agente causal del SIDA, de una muestra de un paciente infectado con esta entonces nueva enfermedad.

En 1987, en Estados Unidos se presentaron varios medicamentos que podían frenar la aparición de las enfermedades infecciosas asociadas al virus; Cuando una persona aparecía con el VIH el pronóstico de vida no era superior a 18 meses.

En la actualidad se producen medicamentos muy avanzados. Uno de los tratamientos contra el VIH consiste en una tableta una vez al día, a diferencia de otros esquemas que utilizan hasta 14 medicamentos al día.
De esta forma, “el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica que tiene control, pero no cura. Guardando las proporciones de gravedad y sensibilidad social, es equivalente a la hipertensión o a la diabetes, que son enfermedades crónicas que no tienen cura, pero pueden controlarse” explicó Benites Villafane.

El VIH ya no se considera una enfermedad mortal porque la sobrevida en pacientes con VIH es mayor en años, solo es mortal si no es diagnosticada y tratada a tiempo.

Entre el miedo y el estigma
El aporte de psicólogos y trabajadores sociales ayudan al paciente a manejar el temor, el estigma y frases recurrentes como: “Tengo VIH, me voy a morir”. Eso no es cierto y debemos revertirla en una situación objetiva que diga: “Tengo VIH, debo tratarme y voy a vivir muchos años”, sostuvo Benites Villafane.

“Los profesionales que trabajan con la persona infectada con VIH nos han ayudado mucho en este cambio y también en lo que se llama la adherencia: el paciente que empieza el tratamiento debe continuarlo. Si usted toma el tratamiento cuando quiere, lo único que hace es producir resistencia y mientras más resistencia, menos posibilidades de vida”, afirma el especialista.

Las investigaciones adelantadas en Estados Unidos y Francia han aportado grandes luces para entender el virus. No existe cura pero la humanidad cuenta con medicamentos para el control de la enfermedad.

La clave para que el VIH sea hoy un virus controlable son las combinaciones de drogas que se utilizan para atacarlo y que logran reducir de manera drástica la presencia del virus en el cuerpo de la persona infectada.

Esta situación dista mucho de la que tuvo lugar entre 1981, año en que se conocieron los primeros casos de SIDA, y 1996, cuando llegaron los llamados “cócteles” de drogas. “En ese período la enfermedad era mortal, y sólo se podía prolongar un poco la vida de los infectados”, recuerda el funcionario.

En febrero de 2004 se aprueba la norma técnica de Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA) en adultos, que marca el inicio de la aplicación del TARGA en el Perú. En aquel momento el Estado invirtió para adquirirlo el 60 por ciento de la compra, con el apoyo financiero del fondo mundial que aportó el 40 por ciento restante.