Gichin Gamarra: la cara optimista del VIH
Nota de prensa
3 de diciembre de 2014 - 12:00 a. m.
Agencia Andina.- Gichin Gamarra Izquierdo es un hombre normal, aunque la desinformación y el silencio tabú sobre el VIH lo han convertido hoy en noticia. Tiene 34 años y desde los 27 es portador del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH); sin embargo, esta condición no ha mermado sus ganas de vivir sino, por el contrario, le ha dado un nuevo significado a su vida.
En el 2007, Gichín acudió a una revisión médica por una infección de transmisión sexual (ITS). Aquella vez, el doctor le aconsejó que se someta a un examen de Elisa, una de las pruebas más efectivas para detectar el VIH.
"Yo tenía que saber que algo me podía pasar porque llevaba una vida poco tranquila", manifestó.
La primera prueba que se realizó dio negativo. Sin embargo, era consciente de que había tenido relaciones sexuales sin protección; por eso se sometió a un segundo examen -de confirmación- seis meses después, como se recomienda, y dio positivo para VIH.
Su madre, promotora de salud, activista y defensora de los derechos de la mujer, comprendió de inmediato el padecimiento de su hijo; no obstante, con su padre fue otra la historia. A él le costó entender la enfermedad, aunque finalmente pesaron los lazos de amor.
Durante el tiempo entre un examen y otro, Gichin recibió sesiones de pre-consejería, en las cuales aclaró sus inquietudes: una persona con VIH puede tener una vida normal, con trabajo, pareja e hijos. Actualmente, recibe tratamiento en el Hospital San José del Callao,(Diresa Callao) distrito donde vive.
La desinformación genera discriminación
Gichin trabaja hoy como recepcionista en dos ONG s, además es mimo y aficionado al teatro. Pasó por los salones de la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde estudió informática, entre los años 1998 y 2004. De vez en cuando, mezcla sus conocimientos matemáticos con la puesta en escena y da clases particulares a niños aplicando sus habilidades lúdicas y actorales.
A la entrevista llegó con una bolsa de plástico ilustrada con dibujos de Winnie Pooh, en cuyo interior guardaba un tambor que acababa de comprar. Expresó su gusto por el arte y su admiración por José María Arguedas.
"Era un escritor comprometido con la denuncia social", dijo sobre el escritor peruano. "Eso es lo que más me gusta de cualquier persona, si yo pudiera elegir una persona como referencia sería José María Arguedas", añadió.
Gichin es la cara optimista de una enfermedad que se incrementa en el Perú: se calcula que por día se registran siete nuevos casos de VIH.
En vísperas del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, decidió salir al frente porque considera que el VIH es una condición crónica como la diabetes o él cáncer, y que no debería privar de una vida normal a quien la padece. Para él, los medios de comunicación y la desinformación han construido una imagen negativa de los portadores de este virus de transmisión sexual.
Indicó que incluso hay doctores desinformados que discriminan con sus actitudes a los seropositivos."Yo sé que hay medidas de bioseguridad pero un poco más y se colocan una escafandra de astronauta. La desinformación genera discriminación", dijo en relación a ellos.
Personas con VIH deben asumir responsabilidades
Cuando comparó al Gichin de antes del 2007 con el Gichin de hoy, dijo: "Yo era una persona que no planificaba su vida, pero ahora me pongo retos y metas. Cada día me pregunto: ¿qué nueva aventura me va a pasar hoy? Salgo a la calle y busco qué libro me puede motivar, ahora estoy experimentando con el tema de la música. Lo que haga hoy es lo que me garantizará un buen futuro".
Exhortó a las personas con VIH a asumir sus responsabilidades, a no abandonar las esperanzas ni las ganas de seguir adelante. Reconoció que hubo momentos en los que se sintió emocionalmente debilitado, pero la fortaleza de su madre y la información que obtuvo lo animaron.
Gichin alentó a otros portadores de VIH a que acepten su condición y la compartan con familiares y amigos que les puedan brindar soporte emocional. También los animó a ser parte del activismo y a demostrar que pueden hacer su vida normal, pese a ser seropositivos.
A ellos les envió el siguiente mensaje: "Yo estoy feliz con lo que hago, tú también puedes ser feliz haciendo lo que más te gusta".
Gichin recomendó finalmente a la población sexualmente activa a informarse, protegerse y a realizarse los chequeos correspondientes "Promuevo una vida sexual libre pero responsable. Cada persona es capaz de elegir cuánto riesgo quiere asumir".