La relación entre enamorados que oprime o controla es dependencia emocional y nada tiene que ver con amor
Nota Informativa
13 de febrero de 2015 - 12:00 a. m.
La relación de enamoramiento que cambia de sentido para oprimir, controlar a la pareja, mostrar celos enfermizos, ya no es amor; responde a una obsesión o dependencia emocional y eso afecta la salud mental de la persona, señaló el Dr. Guillermo Ladd Huarachi, médico psiquiatra de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores, del Instituto Nacional de Salud Mental “HD-HN”, del Instituto de Gestión de Servicios de Salud (IGSS), del Ministerio de Salud (Minsa)
El especialista sostuvo que el enamoramiento sano es la capacidad de mirar a la otra persona aceptándola con sus defectos y virtudes, respetando la libertad, valorando la felicidad que le da. “Si uno observa bien, no hay figura amatoria que satisfaga todas las necesidades emocionales del otro ser humano; siempre habrá carencia de algo. El ‘truco’ para que una relación funcione y sea duradera es aceptar esa carencia”, precisó.
Ladd Huarachi dijo que por lo general al enamorarse o buscar una pareja, la persona de manera inconsciente, quiere a alguien que se asemeje al modelo o prototipo de la familia en la que ha vivido, pero de manera inconsciente. “Si la crianza se dio en una familia con problemas y/o relaciones de pareja, la persona buscará vinculaciones similares, lo que no es saludable para su salud mental”, advirtió.
Dependencia emocional o apego
Los dependientes emocionales tienen una fuerte necesidad de sentirse amados y lo buscan en sus diferentes relaciones de parejas; sostuvo el especialista.
Informó que por lo general el género femenino se siente más dependiente emocionalmente, incluso muchas veces llegando al intento de suicidio por el miedo a quedarse en la soledad y pánico por la ruptura, por la influencia cultural en la que se han criado y en la que las mujeres no han sido criadas para ser libres sino para someterse.
Indicó que este tipo de relaciones se caracterizan por ser inestables, destructivas y el dependiente se obsesiona o idealiza a la figura amatoria; lo controla obsesivamente y muestra celos enfermizos. En ese sentido recomendó, pedir ayuda profesional.
El proceso químico del amor se da en el cerebro y no en el corazón
El especialista señaló que el enamoramiento es como una enfermedad, ocurre varios cambios a nivel del cerebro; la dopamina aumenta, la serotonina baja lo que ocasionaría que se vea a la pareja como el hombre o la mujer ideal.
“El enamoramiento puede parecerse a una enfermedad porque tiene síntomas parecidos por ejemplo con problemas afectivos, porque la persona está en constante cambios de ánimo, se siente eufórico siente que está en las nubes; o un trastorno obsesivo, porque su mente está enfocada en la figura amatoria” explicó.
Para que se produzca el enamoramiento se identifican tres módulos cerebrales que regula el amor: el deseo sexual, el enamoramiento que se atribuye a la dopamina, neurotransmisor de la búsqueda del placer que produce obsesión y los cambios en los niveles de serotonina; la unión o apego llega cuando el amor se consolida; el vínculo y la atracción evolucionan a una relación calmada duradera y segura que tiene que ver con la oxitocina y la vasopresina.
Cuidado con la violencia
Los estudios del Instituto Nacional de Salud Mental revelan que la prevalencia anual de abusos y maltratos por parte de la pareja actual, es mayor en Lima (46.9%), Ayacucho (42.7%), Puerto Maldonado (36.7%), Abancay (36.6%) y Puno (35.8%).
Resalta que el trato inadecuado a la mujer por su pareja durante el enamoramiento es un factor que aumenta la probabilidad de violencia durante la convivencia.
En Lima y Callao, el 40 por ciento de mujeres que han sido maltratadas por su parejas; es decir, cuatro de cada 10, dice que reiniciaría relaciones con ellos si tuviera la posibilidad de volver el tiempo atrás.