“Mamás canguro” han logrado salvar la vida de más de mil 800 bebés prematuros
Nota de prensa28 de abril de 2016 - 12:00 a. m.
El amor que salva vidas: ser un papá o una mamá canguro es más que un método médico cuando un niño nace de manera prematura, es más que darle calor al bebé con el cuerpo. Es una demostración de afecto que cura, que sana y que significa el inicio del vínculo más fuerte que existe en el mundo: el de los padres con sus hijos.
Para que sea un método efectivo, también se les enseña a padres, madres y cuidadores a alimentar correctamente a sus bebés y a reconocer algunos signos de alarma como fiebre, grado de succión durante la lactancia, coloración de la piel o la frecuencia con la que el bebé orina.
El programa de “Mamás canguro” fue creado en 1985. En aquellos años no habían suficientes incubadoras, entonces las madres pasaron a ser las “incubadoras móviles” del bebé.
Como el programa funciona las 24 horas, ellas deben recibir ayuda de los padres o de los familiares con los que comparte su casa, por eso ahora también hay papás canguro, tías canguro y hasta abuelos canguro.
“El programa empieza cuando los bebés ya están estables y no necesitan ventilación mecánica ni medicamentos”, señala el jefe del Servicio de Neonatología del Hospital San Bartolomé, Dr. Wilfredo Ingar Armijo.
El también especialista en Pediatría precisa que a este programa ingresan todos los niños que al nacer pesan menos de dos kilos, independientemente de la edad gestacional.
“Sin embargo, los casos más riesgosos son los bebés que nacen pesando menos de kilo y medio, y con menos de 32 semanas de edad gestacional. De este grupo de mayor riesgo nacen entre 65 y 72 bebés al año. Ellos se quedan en el hospital, junto a sus madres, al menos por 2 meses, y luego son monitoreados hasta los 5 años para garantizar su desarrollo neurosicológico”, agrega.
A lo largo de todo este proceso se realiza en un trabajo multidisciplinario que encabeza el pediatra neonatólogo, y en el que intervienen también neurólogos, cardiólogos y gastroenterólogos.
El Dr. Ingar señala que lo ideal es que estos bebés se alimenten exclusivamente de leche materna. Por eso, si hay madres que no producen lo suficiente, el Banco de Leche del hospital San Bartolomé se encarga de que a los menores no les falte el alimento.
“El bebé debe ganar al menos 25 gramos de peso al día. Ese es un indicativo de que el programa está funcionado bien”, asegura el especialista.
Desde que se creó en 1985, el programa de “Mamás canguro” del hospital San Bartolomé ha atendido a más de 1.800 bebés nacidos de forma prematura. El Seguro Integral de Salud (SIS) cubre todas las medicinas del bebé, y el hospital se encarga de la alimentación y la cama de la madre.