Médicos del Loayza salvan la vida a paciente con dos heridas de bala en la cabeza

Nota de prensa
Luego de tres complejas operaciones, especialistas retiraron la bala, operaron un aneurisma gigante y realizan por primera vez un ‘bypass’

6 de diciembre de 2016 - 12:00 a. m.

El pronóstico de Diego Miguel Salvador Figueroa (41) era reservado, luego de que recibió cinco impactos de bala, dos de ellos en la cabeza. Sin embargo, gracias a la pericia del equipo multidisciplinario del Servicio de Neurocirugía del Hospital Loayza, que realizó con éxito tres cirugías de alta complejidad, el paciente se encuentra recuperado y poco a poco puede volver a su vida con normalidad.

En octubre de 2014 ingresó a la emergencia del Hospital Loayza referido de un establecimiento de salud de Huacho. Permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en estado de coma durante 8 días. Una vez estable, los médicos del Servicio de Neurocirugía procedieron a extraer una de las balas de la cabeza. La otra estaba alojada en un lugar de difícil acceso, por lo que no se le pudo remover, según explicó el doctor Luis Muñoz Chumbes, jefe de esta área.

El paciente fue dado de alta, pero algún tiempo después tuvo que volver a ser internado ya que presentaba frecuentes hemorragias nasales. Como consecuencia de los impactos de bala que sufrió, presentaba un aneurisma en la arteria carótida, ubicado en el piso medio de la base del cráneo. Era necesaria una segunda cirugía.

“Al ser esta arteria, una de las principales en transportar la sangre en la mitad del cerebro y por estar el aneurisma en zona poco accesible, se realizó un primer tratamiento endovascular: la embolización, que consiste en que se cubren las paredes internas de la artería con una serie de "resortes" o coils para compactar y reforzar el aneurisma, luego de la cual fue dado de alta, precisó el doctor Muñoz Chumbes.

Con el tiempo, el sangrado volvió a aparecer, por lo que se le tuvo que someter a un nuevo procedimiento de abordaje sumamente minucioso, que se realizaba por primera vez en este establecimiento de salud. Los médicos cerraron los extremos de la arteria que contenía el aneurisma, para luego realizar un ‘bypass’ empleando una porción de la arteria temporal superficial del cuero cabelludo, ubicada a la altura de la sien izquierda. La operación duró aproximadamente 15 horas.

“Con esta intervención microquirúrgica se logró crear un nuevo camino para que la sangre siga circulando hacia el cerebro. Caso contrario, la falta de irrigación sanguínea en el hemisferio izquierdo del cerebro hubiera generado serias secuelas en la movilidad del lado derecho del paciente, en sus funciones cognitivas, capacidad sensitiva, comprensión y habla. De otro lado, existía una amenaza latente de hemorragia severa y muerte subsecuente. Ha pasado poco más de un año desde la cirugía y Diego no presenta secuelas”, explicó el doctor Muñoz.