¡Cuidado! Excesos en cenas navideñas pueden afectar gravemente el estómago y el hígado
Nota de prensaEspecialista del Hospital María Auxiliadora alerta que el hígado graso es una de las enfermedades más frecuentes en el país y no presenta síntomas en sus primeras etapas

Fotos: Minsa
24 de diciembre de 2025 - 10:06 a. m.
¡Atención con los excesos durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo! El consumo reiterado de panetón, chocolates, bebidas alcohólicas y cenas abundantes, durante varios días consecutivos, puede afectar seriamente el sistema digestivo y al hígado, advirtió el médico gastroenterólogo, Ismael García Lévano, del Hospital María Auxiliadora (HMA) del Ministerio de Salud (Minsa).
El especialista explicó que el consumo repetido de azúcares y grasas sobrecarga el organismo, altera el funcionamiento normal del estómago y favorece una mayor producción de ácido gástrico. Estas molestias suelen aparecer de forma progresiva y, en muchos casos, se confunden con simples indigestiones, cuando en realidad ya existe una alteración digestiva en desarrollo.
“El hígado graso se ha convertido en una de las enfermedades más frecuentes en el país y su principal riesgo es que suele pasar desapercibido. En las etapas iniciales no provoca dolor ni síntomas evidentes, por lo que muchos pacientes descubren esta condición durante una ecografía abdominal realizada por otros motivos, cuando la acumulación de grasa ya compromete la función hepática”, señaló el Dr. García Lévano.
Asimismo, precisó que el consumo de grasas, azúcares y el alcohol enlentecen la digestión, genera sensación constante de pesadez, incrementa la acidez gástrica y favorece el reflujo gastroesofágico. “El cuerpo no está preparado para procesar grandes cantidades de comida concentradas en pocas horas y menos durante la noche”, indicó.
Durante las cenas festivas, el especialista recomendó optar por alimentos que reduzcan el impacto digestivo, como carnes magras (pollo o pavo sin piel), acompañadas de porciones moderadas de carbohidratos y el uso de grasas saludables, a fin de disminuir la sobrecarga del estómago y del hígado.
De igual manera, advirtió que cenar tarde y en exceso representa un riesgo frecuente, ya que incrementa molestias digestivas y agrave el reflujo. Añadió que los ayuno prolongados no compensan los excesos y, por el contrario, pueden alterar aún más el funcionamiento normal del sistema digestivo.
Finalmente, señaló que la gastritis es una de las patologías más comunes en estas fechas debido al abuso de condimentos, grasas y dulces, que irritan la mucosa gástrica. Esta condición puede desencadenar cuadros severos como dolor intenso en la boca del estómago, dificultad para tragar, sangrado digestivo o pérdida de peso, signos de alarma que requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones mayores.
El especialista explicó que el consumo repetido de azúcares y grasas sobrecarga el organismo, altera el funcionamiento normal del estómago y favorece una mayor producción de ácido gástrico. Estas molestias suelen aparecer de forma progresiva y, en muchos casos, se confunden con simples indigestiones, cuando en realidad ya existe una alteración digestiva en desarrollo.
“El hígado graso se ha convertido en una de las enfermedades más frecuentes en el país y su principal riesgo es que suele pasar desapercibido. En las etapas iniciales no provoca dolor ni síntomas evidentes, por lo que muchos pacientes descubren esta condición durante una ecografía abdominal realizada por otros motivos, cuando la acumulación de grasa ya compromete la función hepática”, señaló el Dr. García Lévano.
Asimismo, precisó que el consumo de grasas, azúcares y el alcohol enlentecen la digestión, genera sensación constante de pesadez, incrementa la acidez gástrica y favorece el reflujo gastroesofágico. “El cuerpo no está preparado para procesar grandes cantidades de comida concentradas en pocas horas y menos durante la noche”, indicó.
Durante las cenas festivas, el especialista recomendó optar por alimentos que reduzcan el impacto digestivo, como carnes magras (pollo o pavo sin piel), acompañadas de porciones moderadas de carbohidratos y el uso de grasas saludables, a fin de disminuir la sobrecarga del estómago y del hígado.
De igual manera, advirtió que cenar tarde y en exceso representa un riesgo frecuente, ya que incrementa molestias digestivas y agrave el reflujo. Añadió que los ayuno prolongados no compensan los excesos y, por el contrario, pueden alterar aún más el funcionamiento normal del sistema digestivo.
Finalmente, señaló que la gastritis es una de las patologías más comunes en estas fechas debido al abuso de condimentos, grasas y dulces, que irritan la mucosa gástrica. Esta condición puede desencadenar cuadros severos como dolor intenso en la boca del estómago, dificultad para tragar, sangrado digestivo o pérdida de peso, signos de alarma que requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones mayores.