Segunda Reforma Agraria

Para transformar el agro en beneficio de más de 2 millones de hombres y mujeres del campo.

El MIDAGRI ejerce la rectoría sobre las políticas nacionales propias de su ámbito de competencia, en ese sentido, promueve la competitividad, la innovación, la inclusión y la diversificación productiva, impulsando un enfoque de gestión integral del territorio para lograr un desarrollo agrario y de riego sostenible y competitivo, buscando la eficiencia administrativa y priorizando el servicio a la agricultura familiar; 

En el Perú, según los datos del último Censo Nacional Agropecuario del año 2012, la Agricultura Familiar representa el 97% del total de las más de 2,2 millones de unidades agropecuarias y por su tipología, según el Plan Nacional de Agricultura Familiar 2019 - 2021, aprobado mediante Decreto Supremo N° 007-2019-MINAGRI, se distribuyen en 88% de agricultura familiar de subsistencia, 10% en agricultura familiar intermedia y sólo el 2% en agricultura familiar consolidada; los cuales presentan diversas limitaciones respecto a su superficie agraria, a su acceso a tecnología, a su participación en esquemas organizacionales, entre otros aspectos.

La emergencia sanitaria por la COVID 19 ha generado efectos colaterales en el desarrollo global, teniendo un impacto en el sector agrario y de riego, del Perú, en este contexto el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego ha planteado nueve (9) ejes o líneas estratégicas de gestión de la “II Reforma Agraria” con la pretensión de orientar las demandas de los productores y sus organizaciones a nivel nacional y lograr una adecuada provisión de servicios del ministerio. 

La Segunda Reforma Agraria se trata de potenciar y revalorar el trabajo de los 2.2 millones de pequeños productores de la Agricultura Familiar, contando con la participación directa de los gremios y organizaciones de productores del campo.
 
La “Segunda Reforma Agraria” se ejecutará sin expropiaciones, ni confiscaciones, sino promoverá una mayor inclusión social de los pequeños productores de Agricultura Familiar, que suministran más del 80 por ciento de los alimentos que consumen los casi 32 millones de personas. 

La “Segunda Reforma Agraria” consta de nueve ejes centrales que contemplan medidas concretas para promover la competitividad de los pequeños productores, y mejorar su productividad, lo que les permitirá acceder a nuevos mercados y obtener mayores ingresos en beneficio de las familias campesinas.

v  El primer eje es lograr la seguridad alimentaria mediante la producción sostenible y nutritiva desde la Agricultura Familiar, lo que contribuirá a disminuir la dependencia de la importación de alimentos e insumos básicos, indispensables en la actividad agropecuaria.

Un segundo eje es la promoción de la asociatividad y el cooperativismo para la producción, la productividad e inserción exitosa al mercado. La reciente promulgación de la ley 31335 de Perfeccionamiento de la Asociatividad de los Productores Agrarios en Cooperativas Agrarias fortalecerá el rol de las organizaciones agrarias del país.

Un tercer eje es la ejecución de acciones de infraestructura hidráulica, proyectos de riego, siembra y cosecha de agua con micro reservorios y tecnificación del riego, que permitirá un mayor aprovechamiento de los recursos hídricos en beneficio de la producción de alimentos.

El cuarto eje es la implementación del Servicio Civil del Sector Agrario (Secigra) que movilizará a los egresados de carreras agrarias para brindar asistencia técnica y capacitación a comunidades campesinas y nativas, cooperativas y asociaciones de productores. Los mismos estudiantes podrán acceder al conocimiento ancestral de las comunidades en sus faenas agrarias.

El quinto eje es la industrialización rural para inyectar de mayor valor agregado y capacidad de negociación a los pequeños productores, debidamente organizados, para hacer frente a la industria e comerciantes intermediarios, lo que les permitirá obtener mejores precios por sus productos.

El sexto eje contempla la promoción y funcionamiento de los mercados de productores y compras estatales a la pequeña agricultura a través de los diversos programas sociales, comedores populares, ollas comunes, mercado local, que requieren productos nutritivos e inocuos.

El sétimo eje es impulsar desde el gobierno, el desarrollo del sector ganadero nacional a través de un efectivo apoyo al repoblamiento ganadero, mejora de pastos y  genético, para lograr una mayor producción de carnes, leche y otros derivados, que redundarán en la calidad de vida de las familias de pequeños criadores.

El octavo eje es la promoción de la articulación intergubernamental e intersectorial en el territorio, la elaboración de agendas regionales de trabajo, a favor del crecimiento y desarrollo rural en estrecha coordinación de las autoridades regionales y locales.

El noveno eje incluye la provisión y acceso a crédito desde un banco de fomento agrario al servicio principalmente de la Agricultura Familiar.

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