INSN salva la vida de niña al extraer pila alojada en el esófago durante más de 3 meses
Nota de prensaLa paciente convivió con una pila en el esófago que no causó perforaciones pese al tiempo transcurrido, pero luego sí puso en riesgo su vida.





Fotos: Instituto Nacional de Salud del Niño
14 de noviembre de 2025 - 7:30 a. m.
Breña, 14/11/25.- Cirujanos del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) salvaron la vida de Rode, una niña de 4 años proveniente de Pucallpa (Ucayali), quien fue trasladada al centro pediátrico tras confirmarse que tenía una pila alojada en el esófago. De forma insólita, el objeto metálico permaneció en su cuerpo por varios meses sin que se detectara su presencia ya que no hizo perforaciones; sin embargo, con el transcurrir del tiempo fue poniendo en riesgo la vida de la pequeña.
Un hallazgo inesperado
Por semanas, nadie imaginó que aquella tos persistente y la dificultad para comer de la pequeña Rode, escondían una amenaza mortal. Su madre, Flor de María, Ysuiza recuerda cada visita al centro de salud en Pucallpa. “Nos decían que era gripe, luego una bronquitis y hasta asma. Le daban medicamentos, pero mi hija seguía igual”.
La preocupación la llevó hasta el Hospital Regional de Salud de Pucallpa donde decidieron tomarle una radiografía. La imagen fue contundente: había un cuerpo extraño alojado en el esófago. Se trataba de una pila de 2 centímetros de diámetro que, silenciosamente, comenzó a dificultar su respiración, y su capacidad para ingerir alimentos o líquidos.
Los médicos del citado nosocomio intentaron retirarlo mediante endoscopía, pero no tuvieron éxito. Era demasiado tarde: la pila se había adherido al tejido, y la inflamación impedía extraerla sin riesgo.
Ante la gravedad del caso, la niña fue referida de emergencia al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), donde llegó el 30 de setiembre. La paciente fue trasladada al Servicio de Gastroenterología para retirarle el objeto metálico a través una endoscopía, no logrando su objetivo. Por ello, fue derivada al Servicio de Cirugía General para su extracción quirúrgica.
“Desde el primer momento nos recibieron y todos se preocuparon por mi hija. Gracias al Seguro Integral de Salud y a los doctores llegamos acá”, cuenta Flor, con la voz entrecortada.
Una operación de alto riesgo
El organismo de Rodé había formado un pequeño tumor alrededor de la pila, como una defensa natural, según explicó el doctor Juan Carlos Montes, jefe del Departamento de Cirugía del INSN. “Su cuerpo encapsuló el objeto, lo que evitó una perforación fatal. Pero le impedía alimentarse y respirar”, detalló.
El cirujano pediatra fue quien encabezó el equipo que enfrentó el delicado procedimiento. “La pila había atravesado la pared del esófago y estaba ocupando el mediastino. Era una situación compleja. Dudábamos sobre la vía de abordaje, pero finalmente decidimos intervenir por vía cervical, a través de una incisión en el cuello”, explicó.
La operación, realizada el pasado 21 de octubre, reunió a cirujanos pediatras, de cabeza y cuello, tórax y cardiovascular. Duró más de tres horas y media. “Con ayuda de la endoscopía localizamos exactamente la pila y logramos extraerla sin complicaciones. Lo particular de este caso es que, pese al tiempo transcurrido, no se formó una fístula entre el esófago y la tráquea, lo más frecuente en estos casos”, añadió el especialista.
Durante la cirugía, los médicos realizaron además una gastrostomía a la paciente, un procedimiento que permite alimentarla mediante un tubo directamente al estómago. “La mamá está siendo capacitada para darle sus alimentos de esa forma, hasta que el esófago cicatrice y la paciente pueda volver a comer normalmente”, precisa el médico.
El renacer de Rodé
Tras la intervención, Rodé permaneció tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), luego pasó a hospitalización y finalmente fue dada de alta. Hoy se recupera con una sonrisa tímida, mientras su madre la acompaña cada día. “Gracias a Dios mi hija está viva. Ya puede sentarse, caminar y pronto comerá sola”, dice Flor con alivio.
El doctor Montes no oculta su satisfacción: “Fue un caso único, el primero que resolvemos sin que se haya formado una fístula. Si no la operábamos a tiempo, la niña habría llegado a un punto en que ni la saliva podría pasar”.
Una lección para todos
Mientras Rodé se prepara para volver a Pucallpa, los médicos del INSN insisten en una advertencia: no dejar a los niños pequeños solos ni automedicarlos ante síntomas persistentes como tos o falta de aire. “Los objetos pequeños, como pilas o monedas, pueden causar daños irreversibles. Hay que estar atentos, y llevarlos a un médico”, subrayó el doctor Montes.
Rodé, aquella niña juguetona de sonrisa dulce, hoy es símbolo de la pericia de un equipo médico que no se rindió. En su cuello queda una pequeña cicatriz, testimonio de la batalla que ganó contra el metal que quiso robarle la vida.
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