La depresión es la primera señal de alerta para el diagnóstico del trastorno bipolar

Nota de prensa
Ante cambios repentinos de conducta es importante buscar ayuda profesional. Si ya tiene diagnóstico no abandone el tratamiento así se sienta mejor.
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Fotos: Oficina de Comunicaciones

Oficina de Comunicaciones

30 de marzo de 2023 - 12:15 p. m.

La mayor parte de personas con trastorno bipolar empiezan la enfermedad con un episodio depresivo, señal que muchas veces pasa desapercibido para detectarlo en su etapa inicial e iniciar el tratamiento oportuno; así lo advirtió la psiquiatra María Carazas, de la Dirección de Adultos y Adultos Mayores del Instituto Nacional de Salud Mental.
 
La especialista, sostuvo que el trastorno bipolar es una afectación mental que altera los neurotransmisores reguladores del estado de ánimo y el control cognitivo, acentuando y agravando los cambios habituales repentinos; es decir la persona experimenta altibajos de alegría y tristeza extrema con riesgo de pensamientos suicida, por lo que requiere de hospitalización en algunos casos complejos.
 
En esa línea, señaló que el Instituto Nacional de Salud Mental realizó 2615 atenciones en casos de trastorno bipolar de alta complejidad en el año 2022 y en lo que va del año las cifras alcanzan a 594 atenciones. Los estudios hablan de una prevalencia de un 1-2% en la población mundial.
 
Diagnóstico e intervención temprana son claves 
La psiquiatra remarcó la importancia de la detección precoz del trastorno bipolar, lo que permitirá un tratamiento desde su etapa incipiente, permitiendo su control y evitar el incremento de hospitalizaciones, así como el riesgo suicida.
 
Señaló que las primeras señales generalmente aparecen con un episodio depresivo que se va intensificando, la persona se aísla, come y duerme mucho, experimenta un vacío interno, ansiedad y desesperanza. Después de ese período aparecen los episodios de manía o hipomanía; en dónde la persona suele mostrarse hiperactiva, desinhibida o exageradamente irritable. 
 
“Las personas no se dan cuenta de la magnitud de su inestabilidad emocional y lo que puede ocasionar en su vida o la de su familia; por lo que son incomprendidas y muchas veces estigmatizadas”, subrayó. 
 
Indicó que la enfermedad se puede presentar a cualquier edad, pero generalmente se diagnóstica en la adolescencia y en la etapa adulta. Resaltó el cuidado en el caso de los adolescentes, porque los síntomas a veces son confundidos con los cambios graduales del comportamiento que se dan en esa edad y se deja pasar. 
 
Recomendó que ante cambios repentinos de conducta es importante buscar ayuda profesional para la evaluación médica oportuna, puede llamar a la línea 113, opción 5 del Minsa. Si ya se tiene diagnóstico, debe seguirse el tratamiento médico y no abandonarlo así presente mejoría. Practicar hábitos saludables como las horas de sueño, realizar actividad física y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, estimulante o drogas. Además, tener confianza con los médicos, de manera que pueda acudir ante el primer síntoma.

NP N° 11-2023